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Coacción grave podría ser la carátula de la causa contra los policías denunciados por presunta extorsión por parte de una familia del barrio Roberto L. Petit de Asunción, que el viernes habría sido víctima de los agentes, según indicó la fiscala Fátima Girala, quien aclaró además que la causa aún sigue en estado incipiente.
“Ingresó como una tentativa de extorsión, pero si no se dan todos los elementos que son exigidos para la extorsión, principalmente porque tiene que haber un nexo entre el pedido que le haga o que le pida algo, entonces también los hechos podrían encuadrarse dentro de lo que sería una coacción grave, en donde la pena podría ser también hasta 3 años”, sostuvo.
Indicó que la familia realizó la denuncia como un posible hecho de extorsión, y relataron que un policía dijo a sus otros compañeros que pidan G. 20 millones a la familia.
“Lo que ellos relatan, tanto el conductor como su acompañante, es que ellos escuchan que entre ellos (policías) dicen ‘Pedile un 20 y vamos a arreglar el problema’, entre ellos, entre los policías, pero nunca hubo un pedido cierto de dinero por parte de los policías a ninguna de las víctimas, no hay ese nexo entre el pedido de dinero con las víctimas”, refirió.
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Armas que tenían policías no eran reglamentarias
La fiscala contó que las víctimas relataron que recién se percataron de que se trataba de policías cuando vieron que portaban armas de fuego; sin embargo, las mismas no eran reglamentarias, sino particulares, por lo que pidieron informes a la Dirección del Material Bélico (Dimabel).
“Se ve ahí que uno de los policías se acerca a los demás y se va, y abre la baulera de donde quita su riñonera y se ve que guarda ahí, o quita un arma fuego y se coloca en la cintura”, precisó.
La agente contó que ya cuentan con información extraoficial de que en ese día los policías denunciados no estaban de servicio, y de comprobarse la falta de documentos de las armas, consideró que podrían incluso haber incurrido en una violación a la Ley de Portación de Armas.
“Si bien es cierto el actuar de los policías es completamente irregular, dentro de Asuntos Internos de la Policía Nacional ya existe una investigación que se encuentra abierta. Me refirió el comisario, de que ellos le mencionaron que las armas que ellos tenían en ese momento no son las armas reglamentarias, sino que son sus armas particulares”, aseveró.
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Policías serán sancionados, según indicó la fiscala
Agregó que ya identificaron a los agentes, pero que también aguardan la confirmación de la identidad de la Policía Nacional para determinar el actuar de cada uno.
“Nosotros tenemos identificados ya quienes serían los policías, estamos esperando un informe, para poder relacionar, o sea, poder identificar el policía con la acción que desarrolló, pero sí ya tenemos la declaración de las víctimas en donde ellos nos describen cómo ellos estaban vestidos y qué es lo que hizo cada uno de ellos”, agregó.
Indicó que de acuerdo a lo que le expresaron desde la Policía Nacional, los agentes identificados serían sancionados por el actuar irregular. Además, también solicitaron informes periciales para saber si es que existió un roce, como manifestó uno de los agentes.
“Internamente, dentro de la Policía Nacional, según yo hablé extraoficialmente, ellos van a ser sancionados, primeramente porque ellos no se encontraban de servicio, por el procedimiento irregular que realizaron y podría ser también una coacción grave por de pronto. Yo creo que la próxima semana ellos ya van a estar prestando declaración indagatoria en la presente causa, cuando podamos colectar todos los elementos”, concluyó.
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Familia denunció momentos de terror
El viernes último, una familia que llegaba a su domicilio en el barrio Roberto L. Petit fue interceptada por tres uniformados, identificados por Asuntos Internos de la Policía como Juan Gines, Derlis Torres y Alexander Giménez. Los tres, que ese día estaban fuera de servicio y en estado de ebriedad, actuaron violentamente contra la familia, exigiéndole supuestamente la suma de G. 20 millones para “arreglar” órdenes de captura que tenían ambos adultos que estaban en el vehículo. Posteriormente, los efectivos dieron su versión ante Asuntos Internos, y negaron haber pedido dinero. Dijeron que solo querían “dialogar”, porque tuvieron un roce con este vehículo. El denunciante niega que tal roce haya existido.