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El martes último Ramón González Daher y su hijo Fernando González Karjallo fueron trasladados desde la Penitenciaría Regional de Coronel Oviedo a la Unidad Penitenciaria Industrial La Esperanza (UPIE), luego de que se encontraran en el interior de las celdas de cada uno, tanto celulares como botellas de bebidas alcohólicas, los cuales fueron requisados.
El usurero condenado a 15 años de prisión, Ramón González y su hijo también sentenciado, Fernando González, cumplían sus respectivas condenas en el penal de Coronel Oviedo, en el sector denominado “Rancho”. Aquí, ocupaban una celda con baño cada uno. Este espacio está separado de la población penal común.
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El viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Víctor Benítez, señaló a nuestro diario que la requisa fue consecuencia de una información que llegó hasta la institución a través de una publicación periodística, por lo que se realizó el procedimiento con acompañamiento policial, se abrió procedimiento sumario y se aplicó la sanción de traslado para RGD y su hijo.
Según informaron fuentes policiales a nuestro medio, cuando los agentes penitenciarios irrumpieron en la celda de Ramón González Daher para incautar sus cinco celulares y seis botellas de bebidas alcohólicas, el condenado los recriminó y exclamó: “¡Están violando mis derechos!”.
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Estará más controlado, dice viceministro
El viceiministro Víctor Benítez señaló que esta medida aplicada a Ramón González Daher y su hijo permitirá tener mayor control sobre ellos, pues en UPIE “están solamente los condenados y es un espacio donde no hay hacinamiento, porque donde hay hacinamiento es donde hay más corrupción”. En Coronel Oviedo, tenían celdas separadas, ahora en Esperanza comparten el mismo espacio, aclaró después.
Ellos “fueron traídos a La Esperanza para tener mayor control”, subrayó Benítez al tiempo de agregar que en ese establecimiento también está cumpliendo su pena de 20 años Cristian César Turrini Ayala, por el caso de los 2906 kilos de cocaína hallados en ocutbre de 2020 entre carbón vegetal en el puerto Privado Terport de Villeta.
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En otro momento, el viceiministro de Política criminal detalló que la cárcel de Coronel Oviedo, donde estuvieron Ramón y su hijo hasta el martes último, es un penal que tiene una población de de 1.827 personas privadas de libertad, cuando su capacidad es solo para 960 personas.
Sobre ese aspecto refirió “cuando tenemos ese hacinamiento es difícil separar condenados de procesados, así como hacer un perfil para ubicarlos”.
Justicia no recibió denuncia sobre aprietes
En cuanto a los elementos incautados Benítez dijo que “como no tenemos posibilidad de hacer averiguaciones, ni de acceder a los teléfonos requisados, estos quedan bajo resguardo ante cualquier requerimiento”.
Amplió diciendo que en el marco de todo el operativo, esto igualmente se informa tanto a la Policía Nacional como al Ministerio Público.
Aclaró posteriormente que si bien recibieron la información de que RGD y su hijo tenían estos objetos en su poder, no recibieron ninguna denuncia de abogados ni de víctimas, sobre que el usurero podría estar operando nuevamente en su esquema de “aprietes”.