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Juan Pablo Guapi Benítez, de 53 años, fue remitido ayer a la Penitenciaría Nacional de Tacumbú por orden de la jueza Rossana Diana Raquel Carvallo Estigarribia.
La esposa de Guapi, Lourdes Figueredo Caballero, de 53 años, fue encerrada en la cárcel del Buen Pastor.
El yerno de ambos, Charles Adalberto Valenzuela Mencia, de 30 años, también quedó alojado en Tacumbú.
En tanto que la mujer de este último, Débora Paola Guapi Figueredo, de 30 años, quien es hija de Guapi y Lourdes, fue beneficiada con arresto domiciliario porque tiene un hijo pequeño.
La citada familia fue capturada el viernes último en una serie de allanamientos efectuados por policías del departamento de Investigaciones de Asunción.
Ese mismo día, todos fueron imputados por hurto agravado por el fiscal de la capital, Federico José María Leguizamón Noguera.
El proceso abierto contra Guapi y su familia es por el robo de 20.000 dólares y 6.000.000 de guaraníes bajo la modalidad de tortoleada, el 30 de enero pasado en el estacionamiento del Paseo Los Laureles, en la avenida Eusebio Ayala de Asunción.
La víctima de la tortoleada
La víctima fue un empresario que retiró el dinero de un banco y lo dejó dentro de su camioneta mientras almorzaba.
Los investigadores determinaron que el auto usado para el atraco fue alquilado por Charles, pero el que habría sacado la plata de la camioneta sería su suegro Guapi.
De hecho, este último, Juan Pablo Guapi Benítez, compró 48 horas después de ese golpe una imponente camioneta Kia Sportage año 2017.
Fue por 160.000.000 de guaraníes, que justamente es el equivalente a los 20.000 dólares sustraídos.
La camioneta Kia, sin embargo, fue retirada a nombre de Santiago Misael Díaz, de 23 años, quien sería otro yerno de Guapi.
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El fiscal Leguizamón podría entonces abrir también una investigación contra Santiago Misael Díaz por lavado de dinero, asociación criminal e incluso evasión de impuestos, ya que se habría prestado para blanquear un capital probablemente obtenido a partir de un hecho ilícito, según los datos obtenidos.
Su extenso historial
Juan Pablo Guapi Benítez inició su carrera delictiva hace unos 30 años.
Llegó a ser considerado el “rey de los tortoleros”, ya que fue uno de los pioneros de los atracos a vehículos estacionados.
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Su casa, situada en Morelos esquina Pykysyry (20 Proyectada), que de hecho es donde lo capturaron el viernes último, ya fue allanada al menos otras 10 veces, siempre en conexión con casos de tortoleada.
El 25 de mayo de 2011, por ejemplo, lo detuvieron en ese lugar por una serie de robos, entre ellos al ahora jefe de Antisecuestro de la Policía, comisario principal Nimio Cardozo.
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El 17 de febrero de 2012 fue arrestado en el barrio Recoleta de la capital junto con otro conocido e incorregible tortolero, Hugo Marcelo Socal Torres (actualmente preso), cuando supuestamente iban a romper la ventanilla de una camioneta estacionada.
El 2 de abril de 2014, Guapi fue condenado a seis años de cárcel por hurto agravado, en una de sus tantas causas.
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Cuando eso, en pleno juicio, como para tratar de sensibilizar a los jueces, pidió perdón y prometió que ya no iba a cometer “chiquilinadas”.
Luego de un tiempo encerrado, volvió a caer detenido el 9 de agosto de 2019 por una serie de atracos contra vehículos estacionados en el centro de San Ignacio, Misiones, durante las fiestas patronales de esa ciudad.
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Fue apresado de nuevo cuatro meses después, ya en Asunción.
Además, Guapi volvió a ser detenido en 2021 en Lambaré y su última captura se había producido el 9 de marzo de 2024 en Asunción, siempre por atracos a vehículos estacionados.
