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La supuesta “bolsonera” detenida hoy en Barcequillo, San Lorenzo, es Angélica López Molinas, de 62 años, quien no cuenta con paradero fijo, debido a que nunca permaneció mucho tiempo en una dirección, para evitar que sea detectada y detenida. Aparentemente, los hurtos y las sustracciones fueron desde muy joven su forma de subsistencia.
Los investigadores confirmaron que la mujer es una de las descuidistas más antiguas que seguía operando en Asunción y algunas ciudades del departamento Central. De hecho, la mujer contaba con cuatro órdenes de captura por este tipo de hecho punible en causas abiertas por supuesto hurto a cargo de fiscales de Asunción, Lambaré y Luque.
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Cámaras captaron a sospechosa en acción, según la Policía
Sin embargo, pese a su experiencia y maestría en el robo, las cámaras de seguridad se convirtieron en su gran enemiga, ya que tarde o temprano la terminaban descubriendo. Gracias a esas imágenes, los agentes lograron identificarla plenamente y descubrieron su “modus operandi” y estaban tras sus pasos hace rato.
Angélica aprovechaba perfectamente su apariencia de señora seria y de buen vestir para ingresar a los patios de comidas y ganarse la confianza de las otras mujeres y en un descuido meter las manos en las carteras de estas y apropiarse de celulares y billeteras.
Lo mismo efectuaba en los supermercados y centros de compras, donde habitualmente atacaba, mientras las clientes se distraían en seleccionar los productos, Angélica hurgaba en los bolsos que confianzudamente las víctimas dejaban en los carritos.
Supuesta bolsonera tenía cuatro órdenes de captura por hurto
Tras una serie de robos perpetrados por la mujer en distintos centros comerciales de la capital del país, los agentes de Investigaciones comenzaron a seguirla, hasta que finalmente la ubicaron en la mañana de hoy sobre la calle Jacinto Herrera casi Argentina del barrio Barcequillo de la ciudad de San Lorenzo.
En algunos casos, la ahora detenida también actuaba con la colaboración de otras mujeres, que se encargaban de distraer a las víctimas mientras ella se apoderaba de sus pertenencias de valor. Esto se pudo confirmar gracias a las imágenes de los circuitos cerrados, que fueron analizados por los uniformados.
