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La víctima fue el ciudadano brasileño Eloi Brusamarello (65), quien vivía en la ciudad de Ponta Porã, Brasil; sus restos ya en estado de putrefacción fueron encontrados en una fosa de un metro de profundidad. Los forenses ordenaron el traslado del cuerpo a una morgue de Pedro Juan Caballero,, donde se confirmó que fue asesinado con cinco impactos de pistola calibre 9mm.
En tanto que el principal sospechoso del brutal asesinato es otro productor sojero brasileño afincado en la capital del Amambay, identificado como Joao Padilha (42), quien fue la última persona que estuvo con la víctima antes de que se denunciara su desaparición, informó la Policía.
Según los investigadores, el martes a tempranas horas Brusamarello salió de su casa de Ponta Porã a bordo de su camioneta Chevrolet S10 con destino a su sojal de 90 hectáreas ubicada en la localidad de Cerro Corá.
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Aparentemente se reunió en el lugar por varias horas con Padilha y desde ese momento la víctima desapareció. Es más, cuando sus familiares no lograron contactarlo alertaron a la autoridades policiales.
Pero la preocupación de los allegados aumentó cuando en la noche de ese mismo martes, los uniformados encontraron la camioneta S 10 quemada en una zona despoblada a varios kilómetros del sojal.
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Al principio Padilha fue convocado por el Ministerio Público como testigo, ya que fue la última persona que estuvo con la víctima.
Pero en la mañana de ayer, agentes de Investigaciones de Amambay encontraron el cuerpo durante una nueva revisión de la propiedad.
Uno de los uniformados ubicó tierra recién removida en uno de los extremos del cultivo y al verificar confirmaron que era una fosa. Tras mover la tierra y a un metro de profundidad encontraron el cuerpo de la víctima, según dijeron.
