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El grave incidente contra funcionarios del Estado por parte de una persona vinculada al clan Rotela durante un procedimiento anticontrabando sucedió supuestamente entre la noche del martes 4 y la madrugada del miércoles 5 de febrero pasados en la zona de la avenida Carretera de López y la calle Cristo Rey del barrio Puerto Pabla de la ciudad de Lambaré.
Fue específicamente en el acceso al antiguo puerto del río Paraguay, a solo 100 metros de la entrada al Destacamento Naval y Prefectura de Puerto Pabla.
Policías del Departamento Contra el Crimen Organizado Nacional y Transnacional (DCCONT) fueron designados por la Comandancia para investigar el incidente y luego de obtener toda la información necesaria elevaron un informe detallado a la fiscala Samara Mabel Lesme Figueredo, titular de la Unidad Penal 1 de Lambaré.
La representante del Ministerio Público, sin embargo, hasta ahora no tramitó ninguna diligencia sugerida por los policías porque supuestamente considera que se trata solo de un hecho de amenaza y que por ende es de acción penal privada, según la explicación que dijeron haber recibido los uniformados.
Primero fueron echados “pacíficamente”
Según filmaciones conseguidas por los investigadores, entre la noche del 4 y la madrugada del 5 de febrero se hizo en el referido lugar un procedimiento de control entre la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), Policía Nacional (PN) y Prefectura General Naval (PGN), con vehículos oficiales de cada institución.
Sin embargo, el operativo se vio interrumpido abruptamente a las 22:23 del martes 4, cuando llegó al lugar una camioneta Hyundai Santa Fe que sería año 2022, de la cual bajó el que sería uno de los mayores contrabandistas de la zona, Óscar Gustavo Resquín Amarilla, de 32 años, a quien la Policía identifica en su informe con el alias de Óscar Akãchara.
Este aparentemente amenazó a los intervinientes, quienes increíblemente por lo visto se vieron intimidados, ya que literalmente en solo un minuto desactivaron su operativo y desaparecieron de la zona.
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A las 22:33, es decir, 10 minutos después de ser corridos por el tal Óscar Akãchara, la comitiva regresó al lugar pero esta vez ya con mayor cantidad de personal, con lo cual se reanudó el procedimiento.
El control terminó a las 00:11 del miércoles 5, cuando casi toda la comitiva abandonó el sitio, excepto una camioneta Isuzu Dmax de la DNIT, en la que estaban el funcionario de esta institución, Juan Carlos González, y los policías Carlos Saúl Ríos Cáceres, quien ostenta el grado de oficial inspector, y Julio Andrés Zelaya, quien es un suboficial mayor, todos dependientes de la Dirección General de Prevención y Represión del Contrabando y el Comercio Ilícito (DGPRCCI).
González, Ríos y Zelaya dieron unas vueltas, regresaron y se ubicaron en casi en el mismo sitio sobre la avenida Carretera de López, probablemente para “pescar” por contrabandistas que estaban descargando mercaderías en el antiguo puerto sobre el río Paraguay.
Tras amenaza, agentes ya fueron corridos a punta de fusil
A las 04:00, cuando ese vehículo de la DNIT seguía estacionado en el mismo sitio, regresó también la camioneta Hyundai Santa Fe perteneciente aparentemente al tal Óscar Akãchara, quien por segunda vez se dirigió hacia los funcionarios públicos y presuntamente los volvió a amenazar.
Como el funcionario de la DNIT y los dos agentes de la Policía Nacional aparentemente se negaron a abandonar el sitio, Óscar Akãchara hizo bajar de su camioneta Hyundai Santa Fe a un hombre relativamente joven, robusto y lleno de tatuajes, quien “se identificó como Luis Amadeus Monges Medina, manifestando ser miembro y mano derecha del Clan Rotela”, según dice textualmente en el informe que supuestamente cajoneó la fiscala de Lambaré, Samara Lesme.
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Efectivamente, Luis Amadeus Monges Medina, de 34 años, “se convirtió en persona de confianza para Armando Javier Rotela, líder del Clan Rotela, considerándose como cabecilla del grupo de sicarios que maneja la organización. El mismo presenta ingreso a la Penitenciaria de Tacumbú, donde habría conocido y se habría vinculado con Armando Rotela”, consigna sobre él la Policía Nacional en el informe que fue enviado a la Fiscalía.
Situación de riesgo frustó operativo contra el contrabando de la DNIT en Lambaré
Tras el acto de presencia de Luis Amadeus, también bajaron de la camioneta Santa Fe otros dos hombres, quienes a su vez entregaron a Óscar Akãchara un arma de fuego que sería un fusil, con el cual supuestamente intimidaron a los tres funcionarios públicos que estaban dentro del móvil de la DNIT.
Estos otros dos hombres que bajaron con el fusil serían Francisco Fidel Campuzano Martínez, de 41 años, y Hugo Lizandro Aguedo Ortiz, de 20 años, siempre según lo que dice el avance investigativo de la Policía Nacional.
Evidentemente intimidados por los miembros del Clan Rotela y el supuesto contrabandista, los funcionarios del Estado se vieron obligados a huir de Puerto Pabla a punta de fusil, tras lo cual probablemente se concretó la operación de contrabando que se estaba desarrollando en la zona del río Paraguay.
