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Una casa, G. 120 millones y manutención a la hija del suboficial Gustavo Florentín hasta que cumpla 18 años, fue lo ofrecido por el entonces ministro del Interior, Lorenzo Lezcano, al agente policial para que asuma la responsabilidad del asesinato del joven liberal Rodrigo Quintana, según declaró el propio Florentín.
“‘Acá pasó un hecho grave’, me dice. ‘La prensa y la ciudadanía me está exigiendo un responsable y nosotros tenemos que presentar un responsable’, me dice. ‘Yo te doy manutención a tu hija hasta los 18 años, una casa para ella y G. 120 millones para mantenerte en la cárcel’, me dice”, contó Florentín durante su declaración en el juicio.
Contó que su reacción fue de sorpresa y que se negó, incluso le dijo al ministro y al comisario Abel Cañete que era joven y e insistió en que no quería ir a la cárcel, sobre todo por su hija; sin embargo, Lezcano le había insistido para que piense en la propuesta para que asuma la culpa.
“Así me dijo, el ministro Lorenzo Lezcano en presencia de Abel Cañete, ellos dos nomás estaban, nosotros tres nomás estábamos en esa pieza. Y yo le dije, ‘ese no es mi muerto, señor, yo no me quiero ir a la cárcel’. Y me dice ‘Andá na pensá bien’, me dijo: ‘Andá na pensá bien. Yo eso te propongo, porque la prensa y la ciudadanía está exigiendo responsable y nosotros tenemos que presentar eso’, me dice”, relató.

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Apresamiento de Gustavo Florentín
El suboficial continuó contando que se levantó, al igual que el comisario y el entonces ministro Lezcano y tras la salida de estos de la habitación donde estaban, lo llevaron a procesarlo al Departamento de Homicidios.
“Nunca se me va a olvidar de la cabeza lo que yo visto en ese momento. Los mismos tipos que estaban hablando conmigo se presentaron, porque era ahí nomás la conferencia de prensa, y las palabras textuales acá están en mi cabeza hasta hoy en día, tal cual: ‘ya tenemos identificado al presunto autor del disparo que acabó con la vida de Rodrigo Quintana’, así tal cual dijo el ministro en ese entonces, Lorenzo Lezcano. ‘el suboficial Gustavo Florentín’”, comentó.
Agregó que en ese momento su camarada, que estaba presente, le cuestionó qué fue lo que había hecho, y apenas terminó de responder que él no había hecho, ni dicho nada, ingresaron varios suboficiales para esposarlo, someterlo para ponerle el cartel del Departamento de Homicidios y la capucha.

“Ya vienen, ya me esposan con el cartel de homicidio con la capucha en la mano ya. Ahí sí yo le agredo a ellos, porque yo no sabía qué estaba pasando. Vienen, me sacan, me estiran, me esposan, ya con la capucha me quieren poner por la cabeza. Ahí yo pateo, le pisoteo, le digo que no, que no, que no”, prosiguió.
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Insistió en que todo de lo que le acusaron es falso, incluso cuando las autoridades afirmaron que él estaba detenido el día de las manifestaciones, siendo que él estuvo todo el tiempo en el área del Congreso Nacional, incluso que hay imágenes de medios de prensa que confirman eso; sin embargo, sostuvo que oficiales superiores que estuvieron con él negaron todo y hasta la Policía Nacional intentó borrar todo.
“Yo no dimensionaba, hoy después de ocho años yo dimensiono todo lo que es, escuchando, estando presente, gente que no me pudo mirar la cara, diciéndome que no me vio, que no sabía que yo estaba ahí”, concluyó.