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Por disposición del juzgado penal de garantías N° 1 de Luque, el Sub Oficial Ayudante Favio Caballero Zárate, de 30 años, y el SubOficial Ayudante Carlos Daniel Franco Vázquez, 23 años, deberán cumplir prisión preventiva en la Agrupación Especializada. Ambos uniformados, pertenecientes al Grupo Lince, están procesados por supuesta privación ilegítima de la libertad, cohecho pasivo agravado, extorsión y coacción grave ocurridos en Mariano Roque Alonso el pasado lunes 7 de abril.
Los agentes fueron imputados por el fiscal Itálico Rienzi el lunes último después de que un comerciante que se dedica a la venta de mercaderías a cuotas, conocido como “macatero”, fue detenido por dos agentes motorizados, quienes lo llevaron hasta la base policial ubicada en el barrio San Blas de Mariano Roque Alonso.
En la audiencia de imposición de medidas, el fiscal Rienzi solicitó la prisión preventiva de los procesados, mientras que la defensa de los agentes solicitó arresto domiciliario para ambos -Caballero en Mariano Roque Alonso y Franco en Villa Hayes-con el argumento de supuestas incongruencias en la denuncia y que la prisión era innecesaria en este caso.
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Prisión preventiva ante peligro de fuga y de obstrucción a la investigación
La magistrada Insfrán explicó que era necesario considerar que la causa se refiere a la comisión de varios hechos punibles considerados graves y que la investigación está en una etapa incipiente, en la que existen varias diligencias investigativas a ser realizadas, por lo que a su criterio, existe peligro de fuga y de obstrucción a la investigación.
“Analizando el caso que nos ocupa, teniendo en cuenta las manifestaciones de la defensa técnica de los procesados Fabio Caballero Zárate y Carlos Daniel Franco Vázquez, esta Judicatura observa que se trata de hechos punibles graves, lo que nos lleva a una expectativa punitiva elevada, además que nos encontramos en una etapa incipiente de la investigación donde el Ministerio Público debe colectar con eficacia las pruebas que en definitiva esclarezcan los hechos y establezcan la responsabilidad penal de los procesados en el ilícito mencionado, si bien se han agregado elementos a fin de desvirtúan el peligro de fuga y obstrucción a la investigación, estos no son suficientes para asegurar la sujeción de los mismos al proceso”, concluye la magistrada Ynsfrán.
Según la denuncia, la víctima habría sido retenida durante tres horas y los uniformados le exigieron el pago de G. 6 millones para dejarle “trabajar tranquilo”, pues lo acusaron de usura. Como la víctima no tenía el suma requerida por los agentes, llamó a su esposa para pedirle que consiga el dinero y esta a su vez se comunicó con sus hijas, para juntar el monto exigido por los uniformados.

“(...) durante todo el tiempo que lo mantuvieron en cautiverio Caballero le despojo de su aparato celular escuchando cada mensaje y audio en voz alta que la víctima recibía en su celular así como lo que les permitía enviar a sus familiares, no permitiéndole hablar con nadie más, diciéndole que era es su última llamada, siendo las 12:30 horas aproximadamente los dos uniformados hicieron firmar a la víctima un acta de procedimiento al cual la victima saco foto y le dijo que no estaba de acuerdo con lo que estaba escrito en la parte donde decía que el mismo intento escapar”, relata la imputación.
Posteriormente, la víctima fue liberada cerca de las 12:00 horas bajo la promesa de hacer el pago al día siguiente.
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Entrega vigilada en la base del Grupo Lince, frustrada
Los agentes debían encontrarse con la víctima en el mismo sitio, pero finalmente la citaron a la base operativa del Grupo Lince en la Expo de Mariano Roque Alonso.

Una vez liberado, el comerciante hizo la denuncia y el fiscal de turno, Rienzi, puso en marcha un operativo de entrega vigilada que finalmente se frustró por la inesperada intervención del jefe de los sospechados.
“(...) cuando llegó (la víctima) ya estaba acá el jefe (...) Él viene y le recibe para preguntarle por qué busca a sus personales. Le dice que no están y que él ya estaba enterado de la denuncia”, explicó Rienzi, en ocasión del procedimiento realizado en la base del grupo Lince.