Crimen de odontólogo: Condenan a la abuela, al tío y al sicario

La Fiscalía consiguió condenas, aunque inferiores a las solicitadas, contra los tres procesados por el crimen de un odontólogo que se negaba a ceder para la venta una propiedad de su familia. El crimen se produjo en 2021 en Guarambaré. Los sentenciados son la abuela y el tío de la víctima, así como el sicario que perpetró el atentado.

Erwin Jorge Solalinde Krause, detenido en Villa Hayes
Erwin Jorge Solalinde Krause, condenado por el homicidio de su sobrino Enrique Antonio Silgueira Solalinde.Gentileza Policía Nacional

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El crimen ahora resuelto en un juicio oral fue el del odontólogo Enrique Antonio Silgueira Solalinde, de 28 años, acribillado con una pistola calibre 9 milímetros en la noche del viernes 8 de enero de 2021 frente a su casa de del barrio Rincón de la ciudad de Guarambaré, departamento Central.

Los condenados por el caso son el sicario Marcos Román González, de 44 años de edad, quien ejecutó el atentado y sufrió un castigo de 20 años de cárcel; el tío materno de la víctima Erwin Jorge Solalinde Krause, de 47 años de edad y castigado con 20 años de penitenciaría en carácter de autor moral, así como la madre de este último y por ende abuela del odontólogo, María Esther Krause viuda de Solalinde, de 74 años, sentenciada a 4 años y 8 meses por no denunciar lo que estaba planeando su hijo Erwin.

El Tribunal de Sentencia de Fernando de la Mora que dictó el fallo estuvo presidido por Ana Carolina Heriberta Silveira Arza e integrado por María Leticia Frachi Vargas y Javier Sapena Bibolini.

El Ministerio Público estuvo representado por la recientemente nombrada fiscala de Itá Alejandra María Vera González, aunque la que comenzó y desarrolló la mayor parte de la investigación fue su colega Daisy Teresa Sánchez Delgado, recientemente reasignada como fiscala de Asunción.

La fiscala Alejandra Vera pidió 30 años de cárcel para el sicario González y el mandante Solalinde, así como 15 años para la cómplice Krause.

Sin embargo, los jueces tomaron en cuenta el artículo más benigno del código para castigar a los dos primeros y directamente redujeron la calificación que pesaba contra la señora.

Su tío, el narcotraficante condenado

El odontólogo Enrique Antonio Silgueira Solalinde fue baleado cuando salió de su domicilio pensando que iba a concretar la venta de una motocicleta que la había ofrecido en redes sociales.

El supuesto comprador que llegó junto a él, al final, resultó ser su verdugo.

Ni bien ocurrió el asesinato, los propios familiares del odontólogo le contaron a la Policía y a la Fiscalía que el único que quería matarlo y que de hecho lo venía amenazando era su tío, el hermano de su mamá, el narcotraficante Erwin Jorge Solalinde Krause, en ese entonces de 43 años, alias Koki.

Enrique Antonio Silgueira Solalinde, asesinado.
Enrique Antonio Silgueira Solalinde, asesinado.

Cuando se registró el crimen de Enrique Silgueira, en 2021, su tío Koki Solalinde estaba preso desde hacía cinco años, ya que cayó en una operación de la Senad el 29 de abril de 2016 en Villeta, cuando pretendía enviar en barco desde un puerto clandestino del río Paraguay una carga de 18.900 kilos de marihuana a Uruguay.

De hecho, por esa causa originada en Villeta en 2016, Koki Solalinde fue condenado a 24 años de cárcel como cabecilla de la organización criminal.

Dos años antes, en 2014, Koki ya había sido detenido por la Policía Nacional como líder de un esquema de ordeñe de combustible de barcazas que amarraban en la misma ciudad.

¿Por qué lo quería muerto?

Según la información que proporcionaron los familiares del odontólogo asesinado, Koki Solalinde quería ver muerto a su sobrino porque este se negaba a vender o transferir una propiedad de la familia que queda en Villeta.

Koki Solalinde quería utilizar la plata de la venta de esa propiedad para seguir financiando su estadía en la cárcel, ya que de a poco se estaba quedando sin dinero.

El odontólogo Enrique Antonio Silgueira Solalinde supuestamente se negaba a cederle esa propiedad a su tío preso porque era prácticamente la última que le quedaba a la familia, ya que Koki Solalinde había vendido todas las otras gracias a la aprobación que recibía de su madre, María Esther Krause viuda de Solalinde.

A medida de que se quedaba sin plata en prisión, Koki Solalinde presionaba cada vez más a su sobrino para que le entregara la propiedad, a tal punto de amenazarlo con mandar a matarlo.

Finalmente, Koki Solalinde se decidió a ordenar el homicidio de su sobrino después de consultarlo y de recibir la “bendición” de su madre, quien a su vez es la abuela de Enrique.

Operación de la Senad en 2016, cuando cayó preso e Villeta el narcotraficante Koki Solalinde.
Operación de la Senad en 2016, cuando cayó preso e Villeta el narcotraficante Koki Solalinde.

Su compañero de celda

El ataque en el que mataron al odontólogo Enrique Antonio Silgueira Solalinde fue perpetrado por el sicario Marcos Ramón González.

Marcos y Koki se conocieron en la cárcel de Emboscada, donde compartieron una celda, según la Fiscalía.

Cuando Marcos salió en libertad, Koki lo contactó para matar a su sobrino.

Marcos estuvo prófugo hasta el 28 de agosto de 2021, cuando cayó en la zona de Caaguazú al ser localizado dentro de un colectivo en el que estaba viniendo a Asunción luego de matar en Ciudad del Este a los policías Víctor Ramón Franco y José Roberto Cáceres, quienes intentaron verificarlo.

Por esta causa, Marcos fue condenado recientemente a 30 años de encierro.

Narco, favorecido por dos juezas

El narcotraficante Erwin Jorge Solalinde Krause estuvo en la cárcel desde que cayó en Villeta en abril 2016 hasta mayo de 2024, cuando consiguió que dos juezas le dieran arresto domiciliario pese a su condena de 24 años por narcotráfico que ya estaba firme y la hipotética otra sentencia que le iban a aplicar en el caso del homicidio de su sobrino odontólogo.

Por un lado, la jueza de Encarnación, Laura María Benítez Núñez, le otorgó arresto domiciliario por supuestos problemas de salud, en el marco de la causa por narcotráfico, y al mismo tiempo logró que la jueza de J. A. Saldívar, María Nunila González de Ronzewski, también le otorgara la misma medida en la otra causa por el crimen de su sobrino.

Koki Solalinde abandonó la cárcel de Encarnación casi en secreto, hasta que se desató el escándalo y la Policía recibió la orden de ir a buscarlo y de devolverlo a prisión.

Sin embargo, Koki Solalinde ya no fue encontrado en los sucesivos allanamientos que se hicieron.

El 5 de agosto de 2024, sorpresivamente, el jefe narco se presentó en la comisaría 4ª de Villa Hayes, de donde lo llevaron de nuevo a prisión, y actualmente cumple ya las dos condenas.

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