Un grupo de deliverys se manifestó este viernes frente a la Comisaría del barrio San Francisco, en Asunción, tras el asesinato de Alfredo David Duarte Flores, un repartidor de 29 años que fue baleado por un adolescente durante un presunto intento de asalto. El crimen ocurrió el jueves por la tarde, cuando la víctima se encontraba esperando sobre su motocicleta.
Con visible impotencia, los trabajadores exigieron justicia y mayor seguridad, reclamando ser constantemente víctimas de hechos delictivos.
Lea más: Cae menor de edad por homicidio de delivery en barrio San Francisco
Cansados de la inseguridad
Uno de los manifestantes, visiblemente afectado, expresó:“Salimos a trabajar por nuestra familia, pagamos impuesto. Ahora tenemos un compañero muerto. ¿Hasta cuándo? ¿El Paraguay se va a convertir en lo que antes era El Salvador?”
“Las mujeres no pueden salir solas, no pueden caminar. Se les asalta, se les manosea. ¿Y nuestra justicia dónde está?”, agregó.
Lea más: Video: matan a delivery durante asalto en barrio San Francisco de Asunción
“Somos los caramelos de los asaltantes”
La concentración de los deliverys fue espontánea y representó un grito colectivo de hartazgo.“Dejamos a un lado el trabajo y vinimos a manifestarnos. Esto ya se pudrió todo, no trabajamos en paz”, expresó otro de los asistentes.
Con profundo pesar por la víctima, también recordaron el lado humano de cada trabajador:“Sentimos por el compañero, a lo mejor era un padre de familia, un hijo, alguien que se le espera en su casa”, dijeron.
“Nosotros somos los caramelos de los asaltantes, los más vulnerables”, reclamaron.
Críticas al Ministerio Público y la Policía
Los repartidores también dirigieron duras críticas al Ministerio Público, denunciando que los delincuentes, incluso tras ser detenidos, “son liberados rápidamente por los fiscales”.
Además, señalaron la falta de presencia policial efectiva en zonas de riesgo:“Nuestros policías se pasan cuidando supermercados, bancos… ¿y nosotros, los ciudadanos, qué somos?”
La protesta se desarrolló de forma pacífica, pero con un claro mensaje: los trabajadores ya no se sienten protegidos y temen que hechos como el de Alfredo Duarte se repitan. Piden acciones concretas a las autoridades y un compromiso real para frenar la violencia que los acecha cada día.