Las investigaciones de la Policía Nacional del Perú (PNP) y reportes de medios como Peru21 y Trome revelan que Erick Moreno Hernández, conocido como El Monstruo, se encuentra prófugo entre Paraguay y Brasil, protegido por una joven paraguaya identificada como Dayana Jazmín Martínez Valdés.
La mujer, descrita como rubia, sería más que una pareja sentimental. Según fuentes, es operadora clave de la estructura criminal que maneja extorsiones, amenazas y lavado de dinero.
De acuerdo con las investigaciones, Martínez Valdés recibía remesas enviadas desde Lima por los integrantes de “Los Injertos del Cono Norte”. El dinero, producto de extorsiones a empresarios y comerciantes, era canalizado a través de su nombre hacia Paraguay y Brasil, donde El Monstruo se refugiaba.
Incluso se señala que dio cobijo al prófugo en la casa de sus propios padres y que empleaba documentos falsos para alquilar viviendas en distintas zonas rurales.
Inteligencia regional y operativos frustrados
Según información de inteligencia, las autoridades brasileñas estuvieron cerca de capturar a El Monstruo en al menos tres ocasiones, con datos que lo ubicaban en zonas fronterizas entre Paraguay y Brasil.
Sin embargo, la evasión constante del cabecilla criminal generó la colaboración entre cuerpos policiales de distintos países sudamericanos.
Imágenes difundidas por los medios muestran a Erick Moreno bailando cumbia con Jazmín Martínez en una discoteca boliviana, ya con cambios notorios en su apariencia. Se había hecho cirugías estéticas, barba y cabello largo, en un intento por desfigurarse el rostro, que circula en las alertas policiales.
La doble vida del criminal
Los reportes también exponen una vida paralela del delincuente. Mientras consolidaba su relación con la paraguaya, también mantenía contacto con Liseth Ruiz Cruz, alias La Patrona, quien dirigía extorsiones desde Bolivia y Paraguay, y también es madre de sus hijos.
Erick Moreno Hernández continúa prófugo y figura en la lista roja de Interpol. El Gobierno peruano ofrece una recompensa de 500.000 soles (unos US$ 130.000) por información que permita su captura.