El detenido fue identificado como Oscar Iván Martínez Florentín (25), sin antecedentes, domiciliado en la fracción Mandarinal de Ypané, quien aparentemente sufrió fracturas en la pierna izquierda y lesiones igualmente graves en la pierna derecha, por lo que fue detenido y llevado al Centro de Salud local.
En horas de la mañana, fue trasladado en ambulancia, al Hospital de Trauma de Asunción, donde sigue internado.
Martínez habría identificado al cómplice que lo abandonó. Se trataría de Antonio Ojeda, un exemplado de la casa donde intentaron robar, quien todavía se encuentra con paradero desconocido.
Las víctimas del intento de robo fueron el ingeniero Néstor Acosta y su pareja Nimia Arzamendia, propietarios de dos establecimientos comerciales dedicados a la venta de productos de primera necesidad y frutihortícolas.
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Uno de los puntos de venta está al costado de la Municipalidad de Ypané, en el centro de la ciudad, mientras que el otro está en el mercado municipal de Itauguá, por lo que ambos inician sus actividades diarias a partir de las 00:30.
Trabajan desde los primeros minutos de la madrugada
Primero se trasladan al Mercado Central de Abasto, en Asunción, de donde se surten de los productos que van a vender durante el día en ambos puntos de ventas. También llevan las mercaderías, principalmente frutas y verduras, que el ingeniero Acosta distribuye durante la mañana en localidad de Central y Cordillera en su camioncito.
Precisamente, ambos supuestos maleantes intentaron aprovechar la ausencia de los propietarios para ingresar a la casa, donde pensaban que había dinero en efectivo. Pero las víctimas confirmaron que en la casa no dejan billetes, solo monedas, debido a los constantes intentos de robo que sufrieron en los últimos tiempos.
Los presuntos ladrones aparentemente sabían que la casa tenía alarma, por eso treparon al techo y abrieron un boquete para ingresar a la casa. Pero Martínez no calculó la altura y cayó de pie desde unos cinco metros, lo que le produjo graves lesiones y ya no pudo levantarse, mucho menos caminar.
Su cómplice revisó los muebles de todas las habitaciones en busca de dinero. Al no encontrar nada escapó abandonando a su suerte al “amigo”, pero en la huida accionó la alarma.