La operación Caolín fue ejecutada ayer de mañana por policías del Departamento Especializado Contra el Narcotráfico y Delitos Conexos, unidad también conocido como Antinarcóticos, cuyo jefe es el comisario principal César Adriano Diarte Franco.
Se trata de una investigación desarrollada durante los últimos dos años por agentes de la división de Inteligencia de dicho departamento y que incluye, por ejemplo, escuchas telefónicas desde hace un año y medio.
El nombre de la operación se debe al caolín, que es un tipo de arcilla utilizada por los oleros en la fabricación de ladrillos. Justamente, la familia Rotela anteriormente se dedicaba a la olería, así como es tradicional en la ciudad de Tobatí.
Clan Rotela: la explicación de la Policía
Durante el periodo de pesquisas, los uniformados identificaron un “esquema operativo del Clan Rotela en la ciudad de Tobatí, dedicado a la distribución de drogas en el departamento de Cordillera, integrado por el núcleo familiar del líder la organización (madre, hermanos y pareja de estos)”, según un boletín de la Policía.
“Esta estructura se encarga de abastecerse de sustancias estupefacientes en el área Central, trasportar, comercializar y redistribuir a otros puntos de venta de drogas. Además, la organización realiza constantes operaciones relacionadas a la compra y venta de armas de fuego”, añade el reporte.
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“Esta investigación apunta también a las operaciones de lavado de activos que permite a la organización legalizar el capital producto de hechos ilícitos mediante la compra de propiedades, animales y otros, administrados por allegados al líder de la organización”, según la información oficial difundida.
Nueve allanamientos en Operación Caolín
La operación Caolín incluyó seis allanamientos en la ciudad de Tobatí (Cordillera), donde fueron capturados Ignacia Ayala viuda de Rotela, de 60 años, alias Chana, y sus hijos Víctor Amado Rotela Ayala, de 35 años, alias Yeye; Santa Luciana Rotela Ayala, de 27 años, alias Santa, y Gloria Guadalupe Rotela Ayala, de 25 años, alias Lulú.
Estos son la mamá, hermano y hermanas de Armando Javier Rotela Ayala, respectivamente.
Sin embargo, no pudieron ser ubicados en ese municipio Esther Ignacia Romina Rotela Ayala, de 20 años, alias China, ni su pareja Brahian Enrique Flores Noguera, de 23 años, alias Brahian’i, hermana y cuñado de Armando Javier.
Tampoco fueron localizados Celia Ruiz Villamayor, de 33 años, alias Celita, pareja de Yeye, y David Cardozo Bernal, de 22 años, alias Pikillo, concubino de Lulú y por ende cuñados de Armando Javier.
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Otros allanamientos se llevaron a cabo en establecimientos ganaderos situados en las zonas de Pirayú (Paraguarí) y Yaguarón (Paraguarí), donde la citada familia tiene animales que habrían sido comprados con dinero del narcotráfico, por lo que estas propiedades quedarían a cargo de la Secretaría Nacional de Administración de Bienes incautados y Comisados (Senabico).
En el de Yaguarón, por ejemplo, fue apresado el capataz Rodney Miguel Pando Valdez, de 32 años.
El último procedimiento fue practicado en el distrito de Ñemby (Central), donde no pudo ser encontrada Águeda Lorena Miranda González, de 27 años, alias Lore, quien es la pareja actual del recluido Armando Javier Rotela Ayala.
La operación Caolín fue dirigida por el fiscal de Narcotráfico, Luis Amado Said Frágueda, aunque también actuaron sus colegas Pamela Pérez Trinidad, Juan Ramón Sandoval González, Christian José Ortiz Riveros, Andrés Eduardo Arriola Ramírez, César Alberto Sosa Ayala, Fernando Javier Meyer Gini, Alfredo Mateo Ramos Manzur y Gedeón Marcel Escobar Torres.
Los roles del Clan Rotela
Con toda la información recolectada durante el periodo de investigación, los policías elaboraron un esquema criminal familiar que a su vez sirvió al fiscal de Narcotráfico, Luis Amado Said Frágueda, para abrir una causa penal sobre comercialización de sustancias estupefacientes.
Según la teoría de la Policía, este grupo utilizaba el mismo tipo esquema que dirigía el que llegó a ser el narcotraficante más importante del Paraguay, Armando Javier Rotela Ayala, de 43 años, quien era conocido como el Zar del Microtráfico y que actualmente cumple tres condenas en la cárcel de máxima seguridad Martín Mendoza de la ciudad de Emboscada.
Supuestamente, pese a su juventud, una de las líderes del esquema familiar sería la aún prófuga Esther Ignacia Romina Rotela Ayala, de 20 años, alias China, situada por la Policía como la “encargada del brazo operativo, quien lidera el esquema de adquisición, fraccionamiento, y redistribución de las sustancias estupefacientes con la colaboración directa de sus hermanos Víctor Amado y Gloria Guadalupe.
La misma realiza los contactos respectivos con el proveedor ubicado en el departamento Central, a fin de adquirir sustancias estupefacientes directamente y trasladarlos a bordo de vehículos, para así abastecer a otras redes de comercialización de sustancias de menor jerarquía en la ciudad de Tobatí, departamento de Cordillera, obteniendo así redito económico con las que estaría adquiriendo bienes muebles e inmuebles”.
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En la investigación también aparece el concubino de China, el aún fugitivo Brahian Enrique Flores Noguera, de 23 años, alias Brahian’i, quien “acompañaría aparentemente a su pareja Esther Rotela, alias China, hasta el departamento Central a fin de que esta adquiera sustancias estupefacientes de su presunto proveedor”.
Después figura la ya capturada Gloria Guadalupe Rotela Ayala, de 25 años, alias Lulú, quien sería la “encargada de recepcionar los pedidos de sustancias estupefacientes y derivarlos a su pareja David Cardozo, para su entrega. Además, recibe el dinero producto de la comercialización de estas sustancias y rinde cuenta de las mismas a su hermana Esther Ignacia Romina, alias China. Aparentemente, el dinero resultante de la comercialización, el cual le genera un margen de ganancia, lo estaría introduciendo al sistema financiero a través de la habilitación de cajas de ahorro en cooperativas y/o bancos”.
Junto a esta, aparece el aún prófugo David Cardozo Bernal, de 22 años, alias Pikillo, quien “a bordo de motocicletas, realiza las entregas de sustancias estupefacientes a los clientes que son recepcionados por su pareja Gloria Guadalupe o en su defecto Víctor Amado, su cuñado. Mantiene un registro de las entregas realizadas, las cuales son cotejadas por Gloria Guadalupe en coordinación con Esther Ignacia Romina”.
Otro eslabón importante de esta cadena sería el ya capturado Víctor Amado Rotela Ayala, de 35 años, alias Yeye, quien sería “responsable de la comercialización de sustancias estupefacientes adquiridas de su hermana Gloria Guadalupe y entregadas a él por su cuñado David Cardozo, mismas que son proveídas por su otra hermana Esther Ignacia Romina. Recibe la colaboración de su pareja, Celia Ruiz Villamayor, para tal actividad ilícita. Estaría abasteciéndose de presunta marihuana desde otro proveedor. Aparentemente estaría en posesión de armas de fuego”.
Por consiguiente, otra pieza importante en el grupo es la todavía buscada Celia Ruiz Villamayor, de 33 años, alias Celita, quien “colabora con su pareja Víctor Amado en la entrega de sustancias estupefacientes en ausencia de este, y se abastece desde un lugar al que denominan canuto, el cual se encontraría en las inmediaciones de su vivienda”.
Otra hermana de Armando Javier Rotela Ayala que participaría en el esquema familiar es la ya capturada Santa Luciana Rotela Ayala, de 27 años, alias Santa, quien “se encarga del ocultamiento sustancias estupefacientes y armas de fuego pertenecientes a miembros de la organización. En los últimos periodos de intercepciones telefónicas se pudo determinar que la misma ya estaba participando en la comercialización de drogas”.
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En cuanto a la jefa de la familia, es decir, la mamá de Armando Javier Rotela, la ya capturada Ignacia Ayala viuda de Rotela, de 60 años, alias Chana, la Policía sostiene que “facilita la utilización de su vivienda para el ocultamiento de sustancias estupefacientes y su posterior fraccionamiento, además de resguardar armas de fuego, tipo revolver, pistola y escopetas”.
Finalmente, aparece en el esquema la que sería pareja actual del recluido Armando Javier Rotela Ayala, la aún buscada Águeda Lorena Miranda González, de 27 años, alias Lore, quien es “sospechada de ser la responsable de la administración del rédito económico obtenido de la comercialización de sustancias estupefacientes por parte de miembros del Clan Rotela, grupo liderado por su pareja Armando Javier Rotela Ayala. La misma aparentemente estaría adquiriendo bienes inmuebles y vehículos automotores, a su nombre y a nombre de terceras personas. Así también, su actividad económica sería la agricultura y ganadería, actividades con las que aparentemente estaría disfrazando el verdadero origen del dinero para poder introducirlos al sistema financiero”.