El fugitivo internacional localizado y arrestado en Paraguay por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) resultó ser Marlon Castilho Batistão, de 51 años, quien extrañamente ya tenía incluso una cédula de nuestro país con la numeración 8.377.278.
Su captura se produjo el lunes al mediodía en la zona de calles Eusebio Lillo y Rogelio Benítez, barrio Herrera de Asunción, a dos cuadras de la avenida Santa Teresa y dos cuadras de la avenida Madame Lynch.
Prácticamente de manera inmediata, el extranjero fue llevado por la Senad a Ciudad del Este, donde se hizo la expulsión del Paraguay en el Puente de la Amistad, a cargo de funcionarios de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM).
De ese modo, el supuesto narcotraficante fue transferido bajo la custodia de la Policía Federal (PF) de Brasil.
“La Dirección de Inteligencia de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) detuvo en Paraguay a Marlon Castilho Batistão, ciudadano brasileño de 51 años que figura en la lista de los 50 criminales más buscados del Brasil, y sobre quien pesaba una notificación roja de Interpol”, explica un comunicado de la institución antidrogas.
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“Batistão llevaba una vida de lujos, residía en edificios exclusivos de Asunción, se desplazaba en vehículos de alta gama y construía una mansión en la ciudad de San Lorenzo, sobre la avenida Pastora Céspedes. Estos elementos fueron claves para su localización”, indica el boletín de la Senad sobre la operación Londrina.
El nombre del procedimiento se debe al municipio de Londrina, estado de Paraná, en Brasil, donde supuestamente Marlon dirigía una red de narcotráfico.
“El hombre contaba con condenas que totalizan 12 años de prisión en su país, por su participación en una red de tráfico internacional de cocaína con destino a Europa, operando desde la ciudad de Londrina, estado de Paraná. Durante su estadía en Paraguay, llegó incluso a obtener una cédula de identidad paraguaya, con la que buscaba mantener un bajo perfil legal”, señala el reporte de la Senad.
Aún no hay director de SIU
El ministro de la Senad, Jalil Rachid, además de hablar de la operación Londrina, reveló ayer que aún no fue designado el nuevo director de la SIU, que es la oficina de élite de la citada secretaría, responsable de emblemáticas investigaciones como A Ultranza y Belia.
El anterior director, agente especial Daniel Fernández, fue destituido supuestamente por reprobar el polígrafo.