La fiscala Daisy Sánchez relató este jueves cómo se habría dado el crimen de la uruguaya Karina Ximena Arismendi (41), cuyo cuerpo fue hallado el sábado pasado en un edificio abandonado del microcentro de Asunción.
De acuerdo con el análisis de cámaras de circuito cerrado, el jueves por la mañana, alrededor de las 07:03, la víctima salió del lugar y regresó a las 07:40. Desde ese momento, nunca más volvió a salir, según resaltó la fiscal.
Esa misma mañana, a las 9:53, ingresó al sitio el indígena Óscar Aquino Fernández (23), principal sospechoso, con una vestimenta y a las 11:58 se lo observa retirarse con una ropa distinta.
Según la Fiscalía, el crimen se habría cometido en ese lapso de tiempo. “Creemos que la hora en el cual había acabado con su vida sería entre las 9:53, cuando ingresa, y las 11:58, cuando se retira con otra ropa”, sostuvo Sánchez.
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Contradicciones del sospechoso
La fiscala explicó que Aquino Fernández incurrió en varias contradicciones respecto a su coartada.
El hombre afirmó, de acuerdo a la versión fiscal, haber encontrado el cuerpo recién el viernes, pero la autopsia determinó que la rigidez cadavérica y el estado de la sangre correspondían a un fallecimiento anterior. “La sangre ya no iba a estar fresca y, sin embargo, se puede visualizar de que el cuerpo se movió cuando la sangre aún estaba fresca”, detalló Sánchez.
El indígena también aseguró conocer al ex y a la actual pareja de la víctima —ambos inicialmente vinculados—, pero, según la fiscal, ninguno de ellos aparece en las imágenes de circuito cerrado.
Asimismo, el sospechoso confesó haber movido el cuerpo y abusado de la víctima después de muerta, aunque este relato no coincide con los hallazgos forenses, según indicó la agente del Ministerio Público.

Pruebas de ADN
Sánchez reveló que los peritos de criminalística confirmaron que Karina presentaba signos de defensa. En las uñas de la víctima se hallaron restos de tejido epitelial que serán sometidos a análisis de ADN.
“Ayer me confirmaron que hay secuelas: tejidos epiteliales que van a ser sometidos posteriormente al perfil para saber si es femenino o masculino”, dijo.
Sánchez, asimismo, adelantó que se levantará la detención contra el ex y la actual pareja de la víctima porque no hay indicios de la participación de ambos, aunque mencionó que se mantendrán los análisis de ADN como medida de contraste.
“No queremos imputar a personas que no han cometido el hecho. Queremos llegar a la verdad absoluta”, expresó.
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No descartan robo
Sobre el posible móvil, la fiscala señaló que no se descarta un robo, ya que la víctima solía salir en busca de dinero o drogas y el detenido conocía esa rutina, además de ser adicto.
También indicó que se investigará un posible abuso sexual y, de confirmarse, si ocurrió en vida o después del deceso.
Reveló que la víctima era madre y que sus hijos quedaron bajo resguardo de la Defensoría de la Niñez, que dispuso su traslado a una familia acogedora.
Cambio de carátula
La fiscala aclaró que la tipificación del caso cambió de feminicidio a homicidio, ya que no existen pruebas de una relación entre el sospechoso y la víctima, ni un móvil vinculado al género.
“Estamos en una etapa incipiente y yo creo que en los días vamos a ir sabiendo más cosas”, expresó.
El caso de Karina dio un giro ayer con la detención de Aquino Fernández como principal sospechoso. Inicialmente, se había apuntado a la expareja y luego a la actual, pero el análisis de las cámaras de circuito cerrado permitió identificar al indígena como quien ingresó al lugar en el lapsus que se presume se cometió el crimen.