El allanamiento, en el marco de una causa abierta por el hecho punible de usura, se llevó a cabo en una vivienda ubicada en Fernando de la Mora, casi Humaitá del barrio Bernardino Caballero de la ciudad de Pedro Juan Caballero, habitado por el denunciado Eleno Alfonso Arroquia, de 73 años.
Durante la intervención encabezada por la fiscal Mirta Martínez y ejecutada por agentes del Departamento Contra Delitos Económicos y Financieros de la Policía Nacional en Amambay, se incautó en total G. 179.421.000 en efectivo, además de 28 tarjetas de débito con sus respectivas contraseñas (PIN), pertenecientes al mismo número de personas.
Las tarjetas de débito eran utilizadas por el hoy intervenido para cobrar compulsivamente a sus deudores, según la teoría que manejan los investigadores; contratos, pagarés y otros documentos también fueron incautados.

Denuncia de una docente, clave para llegar al usurero
Una denuncia presentada por una docente de nombre Alicia Ramírez Frutos, sirvió como punto de partida para la investigación por usura y llegar hasta el responsable, según señaló la fiscal Mirta Martínez, quien estuvo al frente del allanamiento.
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“El ahora denunciado le prestó G. 50.000.000 a la docente, la deuda subió a G. 300.000.000 y terminó ejecutándose a favor del supuesto usurero tras un juicio en lo civil llevado a cabo en el Palacio de Justicia de Pedro Juan Caballero, señaló la fiscal que interina el caso en ausencia del fiscal natural de la causa Andrés Cantaluppi.

Denunciado no fue detenido “por humanidad”
De acuerdo con las manifestaciones de la fiscal Mirta Martínez, si bien el hecho punible de usura tiene una expectativa de pena relativamente elevada y podría ameritar la detención del intervenido Eleno Alfonso Arroquia, la representante del Ministerio Público optó por no privarle de su libertad. Según expresó, tuvo en consideración su edad (73 años) y los reportes recibidos de que Eleno padecería algunos problemas de salud.
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“No lo detuvimos por una cuestión de humanidad”, puntualizó.
