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El excanciller Federico González se refirió a los viajes seguidos realizados por el presidente de la República, Santiago Peña, e indicó que los mismos son positivos si se cuenta con un objetivo claro, pero también sostuvo que “todo tiene un límite”.
“Esta cuestión de los viajes presidenciales fue evolucionando bastante a través de los tiempos. Antes había uno dos viajes presidenciales, que por lo general era visitas de Estados. Se daban dos o tres veces al año o cinco a seis dentro de un periodo presidencial. Eran otros tiempos”, comenzó explicando el exembajador.
Seguido agregó: “Luego eso fue cambiando, sobre todo con la aparición de los bloques económicos o de integración regional y entonces fueron surgiendo las cumbres presidenciales. Eso fue incrementando la periodicidad de los viajes”.
“Las visitas presidenciales, en general, son positivas si son sobre una base específica, concreta y con un objetivo. Pero todo tiene un límite también. No es cuestión de viajar por viajar y cuanto más viajes sumo mejor. Tiene que ser sobre una planificación con un objetivo preciso, marcado y sobre esa base dar impulso a este tipo de actividades y siendo consciente que los resultados no se van a dar de la noche a la mañana”, comentó.
En otro momento remarcó que estos viajes deben dar resultados, que tiene que haber objetivos alcanzados y no abusar de ellos.
Ante la consulta sobre sí ya es un abuso la cantidad de viajes que lleva Peña señaló: “No quiero calificar de esa manera, porque todo viaje puede tener un resultado. Pero sí, son muchos viajes y no vemos resultados”.
“Debe haber un equilibrio con la parte interna y los viajes. La parte interna debe ser lo más importante para un jefe de Estado. Lo que necesita la ciudadanía, lo que necesita el pueblo, los problemas reales que surjan. Porque a veces se pierde la perspectiva de lo que es lo más importante. Encontrar ese equilibrio es lo más importante”, dejó en claro Federico González.
Por último, se refirió a la figura del presidente. “Lo que más hay que cuidar es la posición, la investidura del que está al frente. Eso que pasó en Washington, con el viaje para el acto de toma de mando de Donald Trump, es algo que se podía haber evitado si se trabajaba antes y se previan los escenarios que se podrían dar, antes de exponer la figura del presidente”.