Mientras los trabajadores mueren en la calle, Santi Peña dice que “el Estado vela por su seguridad”

El presidente de la República, Santiago Peña Palacios, mintió deliberada y compulsivamente en su informe de gestión o simplemente se limitó a leer lo que sus delirantes asesores de seguridad le escribieron, ya que por ejemplo dijo que “cada ciudadano puede caminar por sus calles con la certeza de que el Estado vela por su seguridad”, pese a que solo en los últimos días dos deliverys que eran padres de familia fueron asesinados en asaltos callejeros.

Economista Santiago Peña Palacios, de 46 años de edad, presidente de la República del Paraguay, en su último informe de gestión.
Economista Santiago Peña Palacios, de 46 años de edad, presidente de la República del Paraguay, en su último informe de gestión.Fernando Romero 01-07-25 Politic

Sin lugar a dudas, el principal logro del gobierno de Santiago Peña hasta ahora en materia de seguridad fue la operación Veneratio, ejecutada el 18 de diciembre de 2023 en la cárcel de Tacumbú y que permitió la recuperación de sistema penitenciario que estaba en poder del temible Clan Rotela (CR).

Al año siguiente, específicamente el 1 de julio de 2024, el jefe de Estado brindó su primer informe de gestión, en el que confesó que estaba insatisfecho con la seguridad y prometió mejorar su gestión en ese sentido.

Aquel acto fue muy comentado también por el emotivo reconocimiento que le hizo el presidente al policía Martín Mendoza, primer mártir del Grupo Lince, quien fue asesinado justamente en la operación Veneratio.

Peña también agradeció públicamente aquella vez a otros agentes que salieron heridos en ese histórico procedimiento, como al comisario Héctor Acuña, quien acusó un balazo en la cabeza durante la toma del penal de Tacumbú.

Este año, en su segundo informe de gestión, el martes de noche, el presidente Peña o sus asesores por lo visto ya no encontraron o no generaron alguna figura de heroísmo similar a la del año pasado, por lo que entonces convocaron al mismo solemne acto al oficial ayudante de la Policía Nacional Roberto Leiva, también personal del Grupo Lince, quien fue felicitado públicamente por haber rechazado una coima que le ofrecieron para liberar una moto robada, en un procedimiento del 14 de setiembre de 2024 en Luque.

El Mandatario dijo que el citado policía representa “el nuevo modelo de seguridad que queremos para el país”, el de agentes de seguridad con “firmeza, honestidad y patriotismo”.

Paradójicamente, solo 12 horas después, ayer de mañana, fueron cateados en Canindeyú una comisaría y un cuartel, donde resultaron capturados un policía y dos militares por presunta complicidad con el grupo del criminal más buscado del Paraguay, Felipe Santiago Acosta Riveros, alias Macho, quien a propósito sigue eludiendo tranquilamente a las fuerzas de seguridad del Gobierno.

¿Error de tipeo?

En otro momento de su discurso, Santi Peña dijo que “por primera vez en seis años, ningún cargamento de cocaína proveniente del Paraguay fue incautado en puertos europeos”.

Esta frase fue producto de un error de tipeo o de sintaxis del redactor del discurso presidencial o de lo contrario el jefe de Estado está completamente desinformado sobre el sensible campo del crimen organizado transnacional.

Resulta que el 30 de agosto de 2024, hace solo 10 meses, una carga de más de 3.600 kilos de cocaína que salió de nuestro país cayó en Portugal.

Antes de eso, el 9 de agosto de 2024, un guardiacárcel del penal de Emboscada Antigua, Walter Agustín Toledo Gómez, de 31 años, fue capturado en España al ingresar a ese país con una carga de cinco kilos de cocaína que llevó de Paraguay eludiendo tranquilamente los controles aeroportuarios.

El 26 de junio de 2024, otro alijo de 4.020 kilos fue retenido en España. Increíblemente, en aquella ocasión el Gobierno alegó que dejaron salir a propósito ese cargamento para que lo incautaran en Europa.

De hecho, en una publicación de ABC Color del 29 de julio de 2024, el diario resaltaba precisamente que “En cinco años cayeron 63 toneladas de cocaína ‘paraguaya’ en Europa”.

Evidentemente mal asesorado, ya que había varios otros procedimientos de cuales jactarse, el presidente Peña destacó en su informe de gestión la operación Esquilo que hizo la Senad el 20 de junio pasado en el departamento de Cordillera, “incautando 1.272 dosis de cocaína”.

Esta cantidad tan celebrada por Santiago Peña equivale solo a uno o dos panes de cocaína, de los cientos que se mueven a diario en Asunción y Central, donde es prácticamente imperceptible el impacto del Plan Sumar que sucedió al fracasado proyecto Chau Chespi.

Amnesia sobre los tres secuestrados

El titular del Ejecutivo se alabó también porque “nuestra tarea no se limita a la lucha contra el narcotráfico” y luego se atribuyó la desaparición del grupo terrorista Ejército del Mariscal López (EML), cuyos combatientes principales fueron todos eliminados durante los gobiernos de Horacio Cartes y Mario Abdo Benítez.

Las tres últimas mujeres que integraban esta organización sí se entregaron recientemente, pero ya no estaban operativas desde hace por lo menos tres años.

Con relación a esta área, el presidente Peña se olvidó al menos de mencionar a los tres secuestrados, el policía Edelio Morínigo Florenciano, el ganadero Félix Urbieta Ramírez y el exvicepresidente Óscar Denis Sánchez.

La familia de este último criticó duramente ayer al Gobierno porque dicen que el olvido de Peña en realidad es el claro reflejo del desinterés de su Gobierno.

Aunque tampoco ofrecieron grandes resultados, Mario Abdo Benítez y Horacio Cartes, por lo menos por protocolo, sí mencionaban en casi todos sus discursos a las víctimas del terrorismo.

Cárcel de máxima seguridad, tobilleras y radares

Santigo Peña Palacios mencionó también “la transformación profunda de nuestro sistema penitenciario”, invocando una vez más la exitosa operación Veneratio del año 2023, pero ignoró que el 26 de marzo de este año hubo un insólito escape de ocho presos de la supuesta cárcel de máxima seguridad de Minga Guazú, tras la cual el que era director del penal se quejó de que no tenían ni candados.

“La tecnología se ha convertido en nuestra aliada estratégica”, dijo en otro momento Peña al hablar de las famosas tobilleras electrónicas, pero tal vez no le informaron que actualmente hay solo ocho dispositivos funcionando y casi 1.000 equipos que no pueden ser colocados justamente por problemas técnicos y burocráticos.

Lea más: Graves acusaciones del exdirector de Minga Guazú contra ministro Nicora

Habló de la compra de radares y aviones de combate, pero el aparato de control del espacio aéreo será entregado al Paraguay recién cuando su Gobierno esté terminando.

Mientras tanto, como dijo el propio comandante de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), general del Aire Julio Fullaondo, nuestro cielo seguirá siendo “cancha libre” para los criminales.

Policías exprés sin armas

Santiago Peña hizo hincapié también en los 5.000 nuevos policías que egresaron recientemente y los otros 5.000 que egresarán este fin de año, los popularmente conocidos como “policías exprés”, por la escasa formación que reciben en solo seis meses de adiestramiento.

Video: Policía exprés humillado por un asaltante en Luque

Todos aún recordamos la humillación que sufrió el 14 de enero de este año uno de estos “policías exprés” en Luque, al tener que dejar escapar a un asaltante porque el joven suboficial ni siquiera tenía un arma de fuego.

Deliverys asesinados

El remate del discurso de Peña en materia de seguridad fue aún más indignante, ya que textualmente dijo que “este es el Paraguay seguro que estamos construyendo, un país donde la paz no es un privilegio, sino un derecho, donde la justicia no es una promesa sino una práctica cotidiana, donde cada ciudadano puede caminar por sus calles con la certeza de que el Estado vela por su seguridad”.

El 26 de junio pasado, el delivery Roque Bogado Romero, de 31 años, fue asesinado en un asalto en la ciudad de Caaguazú.

El 29 de mayo pasado, el delivery Alfredo David Duarte Flores, de 29 años, fue asesinado en un asalto en el barrio San Francisco de Asunción.

Los dos eran padres de familia. Los dos eran ciudadanos paraguayos. Los dos soñaban con salir adelante. Lastimosamente, el Estado que preside Santiago Peña Palacios fue incapaz de velar por la seguridad de ellos dos.

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