Dispareunia: por qué el sexo no debería doler y qué hacer al respecto

El dolor en las relaciones sexuales sigue siendo un tema silenciado, pero afecta a muchas personas. Cuáles son las causas más frecuentes, cómo abordarlas y por qué no hay que normalizarlo ni seguir soportándolo.

Expresión de dolor.
Expresión de dolor.Shutterstock

Qué es la dispareunia y por qué importa hablar de ella

La dispareunia es el término médico que describe el dolor durante el acto sexual. Puede afectar a personas de cualquier género y generar un impacto profundo en el bienestar emocional, la autoestima y las relaciones.

A menudo se oculta o minimiza, pero es un síntoma que merece atención médica y psicológica.

Causas más frecuentes del dolor en el sexo

Infecciones vaginales y ETS. Candidiasis, vaginosis bacteriana o infecciones de transmisión sexual como herpes pueden provocar ardor, irritación y dolor durante el coito. Suelen ir acompañadas de picazón, enrojecimiento o flujo anormal.

Trastornos ginecológicos. Endometriosis, fibromas, quistes ováricos o incluso prolapsos pueden generar molestias internas o dolor profundo. Un control ginecológico completo es clave para detectar y tratar estas condiciones.

Vaginismo. Este trastorno se da cuando los músculos de la vagina se contraen de forma involuntaria, impidiendo o dificultando la penetración. Puede estar vinculado a experiencias traumáticas, miedo al dolor o ansiedad, y requiere abordaje especializado.

Falta de lubricación. La sequedad vaginal es una causa muy común, sobre todo en etapas como la menopausia, el posparto o por el uso de ciertos medicamentos. También puede deberse a falta de excitación o tiempo insuficiente de estimulación.

Problemas urológicos o prostáticos. En los hombres, afecciones como prostatitis o infecciones urinarias pueden provocar dolor durante o después del sexo. Un urólogo puede diagnosticar y tratar estos cuadros de forma efectiva.

Expresión de dolor.
Expresión de dolor.

Causas emocionales y psicológicas

El dolor sexual también puede tener un origen emocional: estrés, ansiedad, presión por rendir, traumas sexuales o una relación insatisfactoria influyen en la respuesta física del cuerpo y pueden generar incomodidad o rechazo.

Por qué no hay que resignarse al dolor

Aceptar el sexo con dolor como algo normal es una forma silenciosa de maltrato físico y emocional. Hay razones de peso para buscar ayuda:

  • El dolor afecta la calidad de vida sexual y emocional: puede generar rechazo, frustración, aislamiento y conflictos de pareja.
  • Existen tratamientos eficaces: desde lubricantes y fisioterapia de suelo pélvico hasta acompañamiento psicológico o terapias hormonales.
  • Romper el silencio es parte del cuidado: hablar del tema ayuda a visibilizarlo y legitimar el malestar, fomentando el acceso a soluciones y el derecho al placer sin sufrimiento.
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