¿Qué es la candidiasis recurrente?
La candidiasis vaginal, provocada en la mayoría de los casos por Candida albicans, se manifiesta con síntomas como picazón, ardor, flujo espeso y molestias al orinar o tener relaciones sexuales.
Cuando estos episodios se repiten varias veces al año, interfieren con la calidad de vida de quienes los padecen.
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Relación entre candidiasis recurrente y vida sexual

Aunque la candidiasis no se clasifica formalmente como una infección de transmisión sexual (ITS), el contacto sexual puede favorecer su aparición o recidiva por diversas razones:
- Transmisión del hongo: si bien la Candida es parte de la flora normal de la piel y mucosas, la actividad sexual puede facilitar su paso de una persona a otra, sobre todo si un miembro de la pareja tiene síntomas activos.
- Alteraciones en el pH vaginal: el sexo, especialmente sin protección, puede modificar el ambiente vaginal, haciéndolo más propenso a la proliferación del hongo.
- Uso de lubricantes y productos íntimos: algunos productos pueden irritar la mucosa vaginal o alterar la flora natural, incrementando el riesgo de candidiasis.
- Lesiones microscópicas: la fricción durante las relaciones sexuales puede provocar pequeñas heridas, facilitando el crecimiento de Candida.
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Factores de riesgo adicionales
Además del sexo, existen otros factores que elevan el riesgo de candidiasis recurrente:
- Uso prolongado de antibióticos
- Diabetes mal controlada
- Cambios hormonales (menstruación, embarazo, anticonceptivos hormonales)
- Sistema inmune debilitado
- Ropa ajustada y falta de higiene adecuada
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Prevención y soluciones
Los especialistas recomiendan una serie de medidas para evitar la recurrencia de la candidiasis y mantener una vida sexual saludable:
- Tratamiento médico adecuado: es fundamental acudir al ginecólogo o urólogo para confirmar el diagnóstico y recibir el tratamiento antifúngico específico, tanto local como sistémico si es necesario.
- Tratar a la pareja: aunque no siempre es necesario, en algunos casos se recomienda tratar a la pareja sexual, especialmente si presenta síntomas.
- Buena higiene íntima: evitar jabones perfumados, duchas vaginales y prendas sintéticas. Optar por ropa interior de algodón y mantener la zona seca.
- Uso de preservativo: en casos de candidiasis recurrente, el uso de preservativos puede reducir la reinfección entre parejas.
- Cuidado con antibióticos y anticonceptivos: dialogar con el médico sobre alternativas si estos medicamentos parecen estar relacionados con la recurrencia.
- Refuerzo del sistema inmune: mantener una dieta equilibrada, controlar enfermedades crónicas y adoptar hábitos saludables.
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¿Cuándo consultar a un especialista?
Si experimentás episodios repetidos de candidiasis genital, molestias persistentes tras el sexo o dudas sobre el tratamiento, lo ideal es consultar a un médico. El profesional podrá descartar otras causas de los síntomas, como infecciones de transmisión sexual, y ofrecer un plan de prevención personalizado.
La candidiasis recurrente y la vida sexual están estrechamente vinculadas, por lo que es clave abordar el problema de manera integral. Con el acompañamiento médico adecuado y algunos cambios en los hábitos de higiene y en las prácticas sexuales, es posible reducir los episodios y disfrutar de una vida sexual satisfactoria y saludable.