Día Internacional de la Bisexualidad: visibilidad, cifras y el reto de desmontar prejuicios

El 23 de septiembre, el Día Internacional de la Bisexualidad pone de relieve una realidad inquietante: a pesar de que más del 57% de las personas LGBT se identifican como bisexuales, su invisibilidad y estigmatización persistentes resaltan la urgente necesidad de visibilidad y comprensión.

Bandera bisexual.
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Cada 23 de septiembre, el Día Internacional de la Bisexualidad invita a mirar de frente una realidad tan común como aún mal comprendida: millones de personas se identifican como bisexuales, pero siguen enfrentando estigmas persistentes, subregistro estadístico y una crónica falta de representación.

Activistas y especialistas coinciden en que la visibilidad no es solo una cuestión simbólica; es un asunto de salud pública, derechos y acceso a políticas basadas en evidencia.

Mitos que pesan: “confusión”, “etapa” y “promiscuidad”

Entre los prejuicios más extendidos está la idea de que la bisexualidad es una “confusión” o una fase transitoria.

La investigación psicológica y sociológica de las últimas dos décadas ha mostrado de manera consistente que la bisexualidad es una orientación sexual estable en el tiempo para la mayoría de quienes se identifican como tales, con patrones de atracción que no dependen de la presencia de una pareja concreta para “definirse”.

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Bandera bisexual.
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El llamado “borrado bisexual” —la tendencia social a leer a una persona bisexual como heterosexual u homosexual según su relación del momento— alimenta la percepción de inestabilidad, no la orientación en sí.

Otro estigma habitual es asociar la bisexualidad con la promiscuidad. Los estudios comparativos no respaldan esa equivalencia: los comportamientos sexuales y las prácticas relacionales varían dentro de cualquier grupo, y los riesgos para la salud dependen de factores como el acceso a información, la educación sexual integral y la posibilidad de vivir sin discriminación, más que de la etiqueta identitaria.

Bandera bisexual.
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De hecho, la literatura especializada señala que las peores brechas en salud mental entre personas bisexuales se explican en gran medida por la bifobia y la invisibilidad —tanto en entornos heterosexuales como dentro de espacios LGBT—, no por la orientación en sí.

Visibilidad en cifras: quiénes son y cuántas son las personas bisexuales

En países con sistemas de medición más consolidados, la bisexualidad aparece sistemáticamente como la identidad más frecuente dentro del paraguas LGBT.

En Estados Unidos, la encuesta de Gallup de 2024 estimó que 7,6% de la población adulta se identifica como LGBT y que el grupo mayoritario dentro de esa población es el de personas bisexuales (alrededor del 57% del total LGBT), lo que equivale a cerca de 4% de toda la población adulta del país. En los tramos más jóvenes, la proporción crece con claridad.

Bandera bisexual.
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Al desglosar por género, las encuestas muestran una diferencia notable en la prevalencia de la bisexualidad entre mujeres y hombres. Según datos de Gallup (2022 y 2023), aproximadamente 6.% de las mujeres adultas en EE.UU. se identifican como bisexuales, en comparación con 2.% de los hombres adultos.

Además, entre los jóvenes de la “Generación Z” (nacidos entre los años 1997 y 2012), el 13% de las mujeres y el 4% de los hombres reportan identificarse como bisexuales. Esto confirma que la bisexualidad está más presente entre mujeres, especialmente en las cohortes más jóvenes.

En Europa, los registros del Reino Unido muestran una tendencia similar: las estadísticas oficiales han documentado un aumento sostenido de personas —especialmente mujeres jóvenes— que se identifican como bisexuales en la última década, con la bisexualidad como categoría en ascenso dentro de las identidades de minorías sexuales.

En América Latina, la fotografía es más fragmentaria, pero no por falta de presencia sino por falta de datos. Pocos países incluyen preguntas sobre orientación sexual en sus encuestas nacionales.

Entre las excepciones, México publicó en 2021 la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (Endiseg) del Inegi: 5.1% de la población de 15 años y más se reconoció LGBTI+, y dentro de ese grupo la mayoría se identificó como bisexual, con una prevalencia mayor entre mujeres jóvenes.

Argentina y Chile han incorporado módulos parciales en relevamientos recientes, y en todos los casos donde hay medición comparable emerge el mismo patrón: la bisexualidad es, con diferencia, la identidad más numerosa dentro de las minorías sexuales.