En redes sociales de Japón y Corea del Sur se vive una ola de tensión inusual: cientos de usuarios están compartiendo imágenes del manga “El futuro que vi” (みた未来), del dibujante japonés Ryo Tatsuki, cuya obra contiene una inquietante predicción para el 5 de julio de 2025.
En la historia, el autor asegura haber soñado con un gran terremoto que devastaría Japón precisamente en esa fecha. La alerta ha circulado con fuerza en las últimas semanas, al punto que algunas agencias de viaje en Asia reportaron cancelaciones de turistas que temen una catástrofe inminente.
La historia comenzó a ganar notoriedad por su llamativa relación con eventos que efectivamente ocurrieron años después de su publicación. Entre sus viñetas, Ryo Tatsuki asegura haber soñado con el terremoto de Kobe (1995), el tsunami del 2011, y más recientemente, la pandemia del COVID-19.
Aunque no menciona estas tragedias con precisión quirúrgica, la cercanía temporal y el tono apocalíptico han servido para alimentar teorías sobre la supuesta “capacidad profética” del manga.
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No hay advertencias sobre sismos
De igual manera, el Instituto Meteorológico de Japón no emitió ninguna advertencia específica sobre sismos para el 5 de julio, aunque recuerda que el país está sobre una de las zonas sísmicas más activas del mundo.
“No existe una tecnología que permita predecir terremotos con exactitud de fecha y lugar. Cualquier información que afirme lo contrario debe ser considerada con escepticismo”, afirmó la agencia en un comunicado publicado este jueves.
Pese a las aclaraciones oficiales, el fenómeno ya ha tenido consecuencias reales. Según el portal The Korea Times, varias agencias turísticas de Seúl y Busan confirmaron una baja del 15 al 20% en las reservas de vuelos y hoteles hacia Tokio y Osaka para este fin de semana. En redes sociales como TikTok, X (ex Twitter) y Instagram, se multiplican los videos en los que usuarios discuten la “profecía” e incluso comparten kits de emergencia y tutoriales de evacuación.
Por su parte, la editorial japonesa Tokuma Shoten, responsable de la publicación original del manga en 1999, emitió un comunicado en el que aclara que se trata de una “obra artística basada en sueños subjetivos del autor, sin ninguna base científica”. Sin embargo, desde su reedición en 2011, “El futuro que vi” ha tenido varios picos de popularidad, especialmente tras cada evento catastrófico en Japón.
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Japón en completa normalidad
El propio Ryo Tatsuki se ha mantenido alejado de los medios en los últimos años. No obstante, en una entrevista de archivo con NHK en 2011, el autor aseguraba que sus sueños eran “vívidos y difíciles de ignorar”, aunque siempre aclaró que no pretendía que fueran tomados como predicciones absolutas.
“No soy un profeta. Solo dibujo lo que mi mente me muestra mientras duermo”, decía entonces.
Expertos en psicología social advierten que este tipo de fenómenos virales se potencian en contextos de alta ansiedad colectiva. “Estamos frente a una forma moderna de efecto Nostradamus, amplificada por la inmediatez de las redes sociales. Las profecías se reinterpretan y ganan fuerza en función de los miedos contemporáneos”, explicó la profesora Mina Fujimoto, de la Universidad de Kioto, en una nota para Asahi Shimbun.
Por ahora, Japón continúa con su actividad habitual y no hay restricciones especiales para el 5 de julio. Aun así, el impacto cultural del manga es innegable: ha generado un debate global sobre el poder de la ficción, la sugestión colectiva y el papel de las redes en la amplificación del miedo.
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