El 22 de marzo de 1984, la dictadura, con el aplauso previo de la Junta de Gobierno de la ANR, decidió “suspender por tiempo indeterminado la impresión y distribución del diario ABC Color”, cuyo director, Aldo Zuccolillo, se hallaba recluido e incomunicado “por orden superior”. Nuestro diario reapareció una vez derrocada la dictadura un día como hoy de 1989, precisamente en el quinto aniversario del cierre, para seguir bregando por la libertad y la justicia, manteniendo siempre su “fe en la patria”. Esos nobles ideales deben ser defendidos cada día frente a los embates de la arbitrariedad a la que son tan propensos quienes confunden el Gobierno con el ejercicio del poder desnudo. La intolerancia aún arraigada hoy más que nunca, exige velar de continuo por la defensa del sistema democrático y de las instituciones republicanas del Estado de Derecho, en el que también los gobernantes están sometidos a la ley.
¡Cincuenta y siete años! Es el tiempo que llevo pegado a la vida del diario que me permitió el privilegio de conocer a muchos periodistas y tratar muy de cerca a algunos de ellos, conocerlos, quererlos, recordarlos siempre. También me cupo la ocasión de informar sobre acontecimientos novedosos, pintorescos, dramáticos, algunos de los cuales -muy pocos por razones de espacio- voy a evocarlos.
Una de las tareas más complicadas y difíciles de la actualidad debe ser, sin duda, dirigir y sostener un diario impreso. Para algunos, simplemente una industria obsoleta, para otros, la joya más valiosa para una confundida humanidad, corriente de pensamiento a la cual me suscribo.
El caso Aldo Zuccolillo contra el Estado paraguayo en la Corte Interamericana de DD.HH. es a consecuencia de una “justicia” que favoreció al exsenador Juan Carlos Galaverna antes que cuidar derechos básicos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha regalado a la República del Paraguay en general, y a la prensa en particular, un poderoso faro para alumbrar las libertades de expresión y de prensa en los difíciles tiempos que vivimos.
Para el constitucionalista Hugo Estigarribia el dictamen que emitió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a favor del entonces director de ABC Color, Aldo Zuccolillo, viene a poner orden en la justicia paraguaya que sigue sometida a la influencia política. Agregó que es un “estate quieto” para los políticos que arropados por su mayoría quieren avasallar.