1 de diciembre de 2025

La inflación de los precios internos de los alimentos continúa en niveles moderadamente altos a escala global, con una tendencia que afecta con mayor intensidad a los países de ingreso bajo y mediano. De acuerdo con los datos más recientes dados a conocer por el Banco Mundial (BM), más de la mitad de estas economías registran variaciones superiores al 5%. En los países de ingreso bajo, el 55,6% supera ese umbral, mientras que en los de ingreso mediano bajo la proporción asciende a 51,1% y en los de ingreso mediano alto llega al 55%. En los países de ingreso alto, en cambio, solo el 20% muestra incrementos similares, sin cambios respecto a la actualización previa.

Pese al resultado de inflación general de -0,1% en setiembre último, el grupo de alimentos es uno de los rubros que más se viene encareciendo. A setiembre del presente año, la inflación en alimentos, rubro esencial de la canasta, llega al 10% en un año y más del 50% desde la pandemia. No ocurre lo mismo en el rubro de bebidas y tabacos, con una variación de solo 2%.


El grupo de alimentos nuevamente fue el que más peso tuvo en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto, destacándose los incrementos en la carne, huevos, lácteos, café. Sin embargo, la baja del dólar y del precio del combustible, ayudaron a compensar el resultado general de inflación que fue del 0,1% mensual y 4,6% anual.


En tanto que la mayoría de las consultoras ya vienen ajustando sus proyecciones económicas ante mejor desempeño en industrias, ganadería y servicios, la percepción de los consumidores sigue en deterioro, y no sale de la franja de pesimismo. Expertos explican que esto se debe a la alta informalidad, bajos ingresos y las presiones inflacionarias, sobre todo en alimentos.