Una familia llegó esta semana hasta la Corte Suprema de Justicia para denunciar que fue víctima de un supuesto esquema de fraude encabezado por la Abg. Ana Mora, a quien en diciembre del año pasado la máxima instancia judicial le casó la matrícula por chicanera. Según la denuncia, entre 2006 y 2007 la letrada fungió de representante legal de la familia para quedarse con dos valiosos inmuebles.
A casi seis años del crimen del joven dirigente liberal Rodrigo Quintana, asesinado por la Policía en la madrugada del 1 de abril de 2017, la causa penal por el hecho no avanza debido a la intervención de la abogada Ana Mora de Ramírez como representante de la querella. La letrada es parte de la rosca protegida del presidente de la Corte (con permiso), Antonio Fretes.
La abogada Ana Mora, parte de una rosca protegida por el ministro de la Corte Antonio Fretes, presentó un pedido de fiscalización y denunció supuestas irregularidades dentro del predio de una mina de oro en Paso Yobái. Lo llamativo del caso es que quienes ocupan el predio desde hace meses son parte de su equipo. El valioso inmueble fue despojado por Mora a los propietarios, según denuncias.
Mientras en un teléfono el empresario Eduardo Heisecke nos decía que Ana Mora era su abogada y que él la recomendó con los extranjeros, la letrada en el otro teléfono decía “si dice eso, miente, él no nos contactó”.
“Vos sabés mejor que nadie que si yo te voy a atacar, no voy a parar hasta que vos estés en Estados Unidos de vuelta o estés preso, porque así voy a estar yo (...) Vendé, firmá y rajá”, es lo que se le escucha decir a Eduardo Heisecke Mazó a un empresario extranjero al que le estaban a punto de arrebatar un millonario negocio y al que él mismo le había prometido ayuda.
Notoriamente molesto, Eduardo Heisecke aseguró primero que nunca presionó a los inversionistas extranjeros para que pagaran el millonario monto solicitado por Ana Mora, la abogada que él mismo les presentó como de su confianza. Sin embargo, poco después reconoció que sí les dijo que debían pagar porque existía una deuda con ella, pero que no hacía referencia a pagar lo solicitado por ella, sino a negociar.