Este domingo se recuerda el aniversario número 36 del golpe de Estado del 2 y 3 de febrero del año 1989 que puso punto final a la dictadura del tirano Alfredo Stroessner en Paraguay. Anuncian la realización de un acto conmemorativo en el Panteón de los Héroes.
La entrega del otrora “padrino de la frontera”, Fadh Jamil a autoridades policiales del Brasil tiene poco gusto a justicia para sus familiares, que lamentan que los demás presuntamente involucrados tampoco fueron nunca molestados. Uno de sus hijos, Dante Leguizamón asegura que la orden de asesinar a su padre la dio Jamil, pero con venia del entonces presidente de la República y compadre suyo, Andres Rodriguez.
En 1989 un levantamiento militar derrocó al dictador y devolvió la democracia al Paraguay. Estos fueron los hechos que ocurrieron en la noche del 2 de febrero de ese año, cuando la Caballería sorprendió a Stroessner.
Si fracasaban, su destino era con seguridad un pelotón de fusilamiento. Ellos derrocaron la dictadura más antigua de América, de 35 años. En ningún acto oficial se los recuerda. El establishment los ignora. La influencia cultural del stronismo perdura y se conjuga con la postura de intelectuales que aborrecen a los militares. En esta entrevista, el general Regis Romero, uno de sus artífices, pide apenas el nombre de una plaza para el líder de la gesta libertadora, el general Andrés Rodríguez.