MADRID. Pingüinos, a skuas, cormoranes o focas son solo algunas de las especies afectadas por el virus de la gripe aviar altamente patogénica (HPAI H5N1) extendido por la península antártica e inclusive se ha encontrado circulando en animales vivos asintomáticos.
Científicos instalaron en la Antártida medidores de ph en los mares que rodean el continente helado con el fin de obtener datos de las consecuencias del cambio climático a través del monitoreo de los niveles de acidificación de sus aguas.
El agujero de la capa de ozono del Polo Sur está “listo para recuperarse” luego de que mediciones de expertos revelaran hace unas semanas que alcanzó los 17 millones de kilómetros cuadrados, el tamaño más pequeño de los últimos 16 años.