ausencia del Estado

Así los productores de leche del Chaco deben luchar para entregar sus productos en días de lluvia.

El argumento poco creíble utilizado por la Contraloría General de la República (CGR), de que no puede auditar las comunas del Chaco debido a la falta de presupuesto, hace suponer que existe una fuerte presión política que trata de evitar que el órgano auditor investigue las administraciones de intendentes denunciados por hechos de corrupción, o simplemente se pone de manifiesto la total ausencia del Estado paraguayo en uno de los departamentos más olvidados del país.

El presidente Horacio Cartes dijo ayer que el operativo que se inició en la zona norte del país no es una guerra de bandos, sino “una guerra contra la ausencia del Estado”. El Mandatario se reunió con autoridades y líderes locales y recibió docenas de pedidos y propuestas. Aunque afirmó que la campaña electoral quedó atrás, igual hizo promesas de inversiones y empleos.

Uno de los conceptos más generalizados en la opinión pública paraguaya es la famosa frase: “ausencia de Estado”; lo dice el campesino, el diputado, el académico, la prensa y el pueblo en general. Algunos maestros sostienen inclusive que el último Estado serio murió en Cerro Corá, en 1870. Otro de los argumentos sobre la orfandad del Estado se sostiene en que Paraguay no tiene una élite cultural que la gobierne; consecuentemente, cualquier ensayo de administrar la res pública y defender la soberanía, sin este requisito básico, termina en un simple acomodo de poder o repartija de cargos.

La criminal deforestación en el Chaco podría alterar el ecosistema, ya que la falta de árboles impide que haya humedad y provoca la carencia de lluvias, dijo Horacio Sosa, uno de los distinguidos ayer por la Asociación Paraguaya de Recursos Hídricos, en conmemoración por el Día Mundial del Agua.