El diputado Raúl Benítez anunció el inicio de una campaña para donar el monto correspondiente a su autoaumento, destinándolo a la carga de combustible de 50 deliverys como apoyo a su labor diaria. La actividad busca visibilizar las condiciones precarias del sector y abrir el debate sobre la protección estatal a estos trabajadores.
Según trascendió, el presidente Santiago Peña debió intervenir para evitar que el senador Silvio Ovelar y el ministro del Interior Enrique Riera se agarrasen a golpes en Palacio de López. “Beto” reclamó a Riera por repudiar el cuestionado autoaumento salarial entre legisladores.
La Cámara de Diputados sancionó el proyecto de Ley de Presupuesto General de la Nación 2025 con los autoaumentos y beneficios extraordinarios para los parlamentarios, incluyendo las excepciones para no cumplir con leyes de racionalización de gastos. El texto pasa al Ejecutivo para su promulgación.
El diputado colorado cartista César Cerini afirmó que votará hoy por la versión del proyecto de Presupuesto General de la Nación que no incluye el aumento salarial de seis millones de guaraníes para legisladores. Sin embargo, dijo creer que la versión del Senado, que sí incluye el “autoaumento”, será la aprobada y defendió el pedido de aumento con el argumento de que los gastos de los parlamentarios del interior en alojamiento y combustible son elevados.
En un rincón del Congreso, entre grandilocuentes discursos y absurdas deliberaciones para justificar lo injustificable, los parlamentarios, una vez más, han decidido premiarse. No se autopremian en esta ocasión con vales de combustible ni seguro médico privado, como inicialmente lo plantearon, sino con un incremento salarial disfrazado de “gastos de representación”.
Lo injusto del autoaumento que aprobaron senadores esta semana para incluirlo en el Presupuesto General de la Nación, es que una clase política, que de por sí ya es privilegiada, se autoajusta su propio salario en un país donde la informalidad predomina y donde la formalidad se castiga con salarios topes y una calidad de vida pésima, que no garantiza seguridad, salud, educación de calidad ni justicia.