JERUSALÉN. La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este miércoles que, transcurridas cuatro semanas desde la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego entre Israel y el grupo islamista Hamás, sigue sin producirse el aumento “masivo” de ayuda humanitaria necesario en el norte de la Franja de Gaza.
CARAPEGUÁ. El grupo de amigos del wathsapp “Política y Algo Más”, que integran jóvenes y adultos, se hicieron eco de la necesidad de la abuela Limpia Benítez, del asentamiento Nueva Esperanza, que a través de ABC Color pidió ayuda para terminar el techo de una habitación para el resguardo de sus cinco nietos. La obra está a punto de terminar. Los benefactores entregaron víveres, colchones, ropas y sillas.
CARAPEGUÁ. Una abuela quien tiene a su cargo cinco nietos pide ayuda para poder culminar una habitación que había iniciado su construcción y ahora precisa materiales, para terminar el techo, colocar ventana y puertas. La religiosa Leonarda Paiva Calastra visitó a la mujer en el asentamiento Nueva Esperanza y se comprometió a asistirla, pero que eso va depender de la ayuda solidaria de las personas de buen corazón.
Javier Espínola es padre de Abel Sebastián (15), diagnosticado con cáncer en los huesos, enfermedad por la que le amputaron la pierna derecha. Ha vendido todo, trabaja como mozo o albañil, lo que sea, sin embargo, hace meses que no hay ningún evento y su hijo necesita alimentarse bien, trasladarse hasta la escuela y asistir a su fisioterapia. Las condiciones de la casa en la que viven son lamentables.
Gian Franco Postave es un niño diagnosticado con epilepsia refractaria, una enfermedad de difícil control que le impide caminar y hablar, además de sufrir permanentes convulsiones desde los 4 meses de vida. El sábado 22 de julio cumple 12 años, y como regalo solo pide una cosa: calidad de vida. El menor necesita un parador bipedestador pediátrico, presupuestado en G. 4.500.000.
CARAPEGUÁ. Una madre de familia que vive con sus cuatro hijos menores en condiciones de extrema pobreza, en la compañía Tajy Loma, ya cuenta con un techo digno que se le construyó gracias a la ayuda solidaria. También se le proveyó del servicio básico de agua y energía eléctrica, según contó la hermana de la Congregación Hijas de la Caridad San Vicente de Paúl, Leonarda Paiva Calastra.