1 de octubre de 2025
En las áreas urbanas emergen dinámicas complejas. Asunción, la capital del país, con una tasa promedio de 7,3%, oculta contrastes extremos entre barrios: Mburicao registra 0,03% de pobreza, mientras que en San Miguel asciende a 42,5%. Estas diferencias reflejan procesos de segregación socioespacial que requieren políticas diferenciadas dentro de una misma ciudad, destaca el “Mapa de Pobreza Monetaria Distrital del Paraguay” presentado esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en colaboración con el Banco Mundial (BM).
De acuerdo con el Banco Mundial (BM), comprender lo que la inteligencia artificial (IA) puede lograr y cómo se diferencia de las herramientas digitales anteriores resulta esencial para identificar caminos que impulsen el desarrollo humano. Este desafío es global, pero afecta especialmente a los países con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) bajo, que enfrentan un escenario más complejo: los modelos tradicionales de crecimiento basados en la industrialización y la exportación se están reduciendo. En estos países, el empleo tiende a desplazarse directamente de la agricultura a los servicios, sin pasar por la manufactura, lo que limita las oportunidades de transformación estructural.
El comercio mundial, que había mostrado signos de resiliencia en los últimos años, comienza a dar señales claras de desaceleración. De acuerdo con un reciente informe del Banco Mundial (BM), las perspectivas para el año 2025 indican un crecimiento del comercio global de 1,8%, muy por debajo del 3,4% registrado en 2024. Esta revisión a la baja afecta tanto a economías avanzadas como emergentes, aunque estas últimas podrían verse especialmente expuestas debido a su dependencia de mercados más grandes.
La clasificación por ingresos funciona como señal externa de solvencia y como un termómetro interno de progreso. Para los países que escalan un peldaño, el nuevo rótulo puede mejorar la percepción de riesgo, atraer inversiones y abrir espacio fiscal; para los que retroceden, evidencia fragilidades que suelen reflejarse en tasas de interés más altas y presupuesto social más ajustado. Por eso, gobiernos y organismos multilaterales siguen de cerca cada actualización y aunque parezca un simple recorte estadístico, la categoría asignada marca la pauta del debate sobre desarrollo, condiciona la elegibilidad para financiamiento concesional y orienta tanto la asistencia oficial para el desarrollo como las prioridades internas de política económica.
Las economías a nivel global se enfrentan a proyecciones económicas desafiantes que obligan a los países a diseñar estrategias efectivas para atraer capitales que impulsen el crecimiento de sectores productivos aprovechando ventajas competitivas, y a gestionar un enfoque refinado sobre la deuda dirigida a áreas que fomenten desarrollo productivo y social.
La economía mundial ha demostrado una capacidad de resistencia notable desde el año 2020; sin embargo, el colchón se estrecha. La deuda pública y privada total se ubica en la actualidad casi 25% por encima del nivel previo a la pandemia, cuando ya marcaba un récord histórico, de acuerdo con el reciente informe del Banco Mundial (BM).