Con un crecimiento sostenido en la producción de bioetanol y biodiésel, Paraguay se posiciona como un referente regional en energías renovables. Impulsado por un marco regulatorio sólido, una abundancia de materias primas y el interés de grandes compañías, el sector enfrenta desafíos clave para maximizar su eficiencia y agregar valor a los recursos locales.
Los ministros de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Valdovinos; de Industria y Comercio (MIC), Javier Jiménez y el director nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), Óscar Orué concurrieron ayer ante la comisión de Presupuestos de Diputados, para pedir el rechazo del proyecto de ley “que modifica los artículos 7º y 11 de la Ley Nº 5444/2015, de fomento de consumo de alcohol absoluto y alcohol carburante”, que había sido aprobado a tambor batiente por senadores cartistas en Cámara Alta.
La noticia de que Moody’s otorgó el grado de inversión a Paraguay, por primera vez en su historia, generó reacciones positivas en el sector privado. Más representantes de gremios expresaron la satisfacción y también coindicieron que hay aún “tarea” por hacer, sobre todo en lo referente a la seguridad jurídica.
India se consolida como el tercer mayor productor y usuario de etanol del mundo, según se desprenden de los datos oficiales analizados por el actual Gobierno, que celebra los avances en el sector en ocasión de la Día de la República. El país casi triplicó su producción en los últimos cinco años y avanza con la Alianza Global de Biocombustibles (GBA) presentada junto con otras potencias globales.
La Asociación de Productores de Biocombustibles de Brasil (Aprobio) ha abogado recientemente por la adopción de una mezcla de biodiesel de al menos el 20% (B20).
La próxima semana saldrá una resolución del Ministerio de Industria y Comercio que obligara a que el gasoíl Tipo III contenga como mínimo 5% de biocombustible, establecido por la Ley N° 6389/2019, anunció ayer el ministro Javier Giménez, en reunión con empresarios de del gremio Amcham.