El ingreso mensual promedio de la población ocupada en Paraguay se caracteriza por una marcada disparidad del 21,3% entre lo que percibe un hombre y una mujer que forman parte del mercado laboral.
Una diferencia salarial que oscila entre el 15 % y el 30 % y una carga del cuidado históricamente puesta en manos de esposas, hijas y madres son algunas de las grandes barreras económicas a las que se enfrentan las mujeres en Latinoamérica.
La desigualdad en la participación laboral y la brecha salarial existente entre hombres y mujeres representan las principales fuentes de inequidad en el mundo y el Paraguay no es la excepción. Para cambiar esta realidad es necesaria la implementación de políticas, que permitan a la mujer no solo acceder a un empleo digno y bien remunerado, sino también a desplegar todas sus capacidades en puestos jerárquicos.
Analizar el papel de las mujeres en la economía local exige una mirada a un conjunto de indicadores que explican las transformaciones del rol de las mismas, el incremento de años de estudio y la entrada al mercado laboral, en un contexto de crecimiento económico. Uno de los elementos principales para comprender la mayor participación de las mujeres en la economía es el índice de fecundidad, es decir, el número de hijos por mujer, que fue decreciendo de forma importante en los últimos 50 años. En 1960, tenían en promedio 7 hijos, en 1990 bajó a 5 y los últimos datos de 2015 dan cuenta de solo 3 retoños.
En el marco de las conmemoraciones por el #8M, el Sindicato de Periodistas del Paraguay plantea #hórama.
BARCELONA. Las mujeres directivas en empresas ganan un 17% menos que sus homólogos, por lo que el salario anual medio de un director es de 79.545 euros, 11.000 euros más que el de una mujer.