12 de mayo de 2025
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) informa que la molienda o procesamiento de soja y derivados cerró el primer trimestre del año con una reducción del 5%, hecho que confirma las expectativas del sector sobre el estancamiento en la industrialización de granos en el país. Si no se dan cambios significativos en las políticas públicas, el panorama para las aceiteras “se mantendrá o incluso empeoraría” en los próximos años, advierte.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) reportó que, tal como se venía proyectando, la molienda cerró el 2024 con una caída del 12%, siendo diciembre el mes en que se obtuvo el volumen de procesamiento más bajo de la última década. Pese al complejo panorama, las industrias aceiteras no pierden la esperanza de que se estructuren políticas que les permitan mejorar sus condiciones de competitividad “en un futuro cercano”.
Al igual que el sector productivo, las agroindustrias se mantienen en alerta ante el complejo escenario que presenta la zafra 2024/25, cuyo resultado genera incertidumbre debido al impacto de las condiciones climáticas adversas. Aún así, aceiteras mantienen las esperanzas de obtener una “producción razonable” del ciclo en curso.
El Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) trabajan por la instalación de una mesa de trabajo que abordará la crisis que enfrentan las aceiteras, cuyas condiciones de competitividad se han deteriorado debido a la falta de consolidación de una política industrial. El gremio reclama un tratamiento fiscal equitativo, además de la implementación de un régimen de admisión temporaria para importar soja.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) celebró el desafío que se adjudicó el nuevo viceministro de Industria, Marco Riquelme, de agregar valor a la producción nacional de materia prima y aprovechar así las ventajas competitivas que tiene el país. Exigió además al Gobierno la instalación de una “política industrial” que permita la reinversión en el país y así reactivar e impulsar la actividad agroindustrial.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) lamentó que el procesamiento de oleaginosas se haya frenado en noviembre, dato con el que se cumplió la previsión de caída para la molienda, que cierra el año con una baja del 7%. Con las aceiteras registrando un nivel de ociosidad en torno al 40% de su capacidad instalada, ante la casi nula disponibilidad de materia prima (soja), instaron al diseño de una política que fomente la industrialización local.