La pregunta no es nueva. Está instalada desde antes del inicio de mandato de Santiago Peña: ¿Hasta cuándo es sostenible que un Presidente de la República no tenga el mando, que sea como un gerente de empresa que debe administrar el Estado?
El diputado colorado, Mauricio Espínola (Fuerza Republicana), declaró que el presidente de la República, Santiago Peña, es “prisionero de una mayoría” en Paraguay y ante esto consideró que aparentemente “se siente más presidente estando fuera”. Por otra parte, también calificó su actitud como “bastante hipócrita” ante su postura y comportamiento sobre la libertad de prensa.
El cartismo dentro de la Cámara de Diputados pretende cambiar nuevamente los escudos nacionales e instalar la banda roja que fue utilizada durante la dictadura de Alfredo Stroessner. El diputado Luis Federico Franco insistió en que la intención colorada de aprobar este cambio, solo evidencia que muchos siguen extrañando la época de la dictadura.
Tras las críticas y movilizaciones que generó el proyecto anti-ONG primeramente en la versión de los senadores, tres relatoras especiales de organismos internacionales sobre derechos fundamentales de los ciudadanos enviaron una carta conjunta al Gobierno nacional, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresando su preocupación por ser dicho proyecto contrario a los estándares internacionales en materia de libertad de asociación y respeto a los derechos humanos a los cuales el Estado paraguayo se ha comprometido. Indicaron en dicha misiva que el proyecto de ley podría restringir indebidamente los derechos a la privacidad, la libertad de expresión, la libertad de reunión pacífica y la libertad de asociación, protegidos por pactos internacionales. Las recomendaciones de las mismas fueron ignoradas en la ley sancionada. Queda claro que en casa a alguien, con mentalidad totalitaria, no le gustan los relatores sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos.
1. Durante los primeros años de libertad (a partir de 1989), el oficialismo colorado arrastró al debate democrático de la transición varias cuestiones propias del stronismo. Recuerdo el esfuerzo que hacían, durante la dictadura, Patria, La Voz del Coloradismo y otros en tratar de instalar la idea de que los partidos no reconocidos no representan a nadie, que la prensa no representa a nadie.
Empezaron con las ONG y ahora van por la prensa, es lo que advierten varios legisladores de la oposición como siguiente paso dentro del plan autoritario del cartismo. Desde el movimiento oficialista, en cambio, aseguran que no existe ningún proyecto al respecto y señalan que serán los primeros en oponerse.