En el marco de los festejos patrios, uno de los puntos favoritos de los visitantes del microcentro es la Casa de la Independencia. Familias enteras formaban largas filas para poder disfrutar del recorrido guiado dentro del histórico edificio.
La Casa de la Independencia cumple 250 años y, para su celebración, se ofreció un acto el pasado jueves 15. En la ocasión se presentaron mejoras, se lanzaron libros que analizan su contexto histórico y la importancia de dicho sitio y se inauguró una muestra de arte. Además, se invitó a las familias a visitar este lugar para el entendimiento de la historia del Paraguay libre.
La Casa de la Independencia, ubicada en 14 de Mayo y Presidente Franco, fue construida en el año 1772. El inmueble, que sirvió de espacio de reunión para los próceres de la Independencia Nacional, perteneció en ese entonces a los hermanos Pedro Pablo y Sebastián Antonio Martínez Sáez. Desde el año 1943 es propiedad del Estado paraguayo y en 1961 fue declarada Monumento Nacional.
Por el Mes de la Patria, la Casa de la Independencia recibe muchas visitas, la mayoría estudiantes de escuelas y colegios. Lamentablemente su entorno está muy descuidado. Al costado, frente mismo al acceso destinado a la entrada de la gente, la vereda está rota y un caño expulsa agua servida hacia el asfaltado.
Con varias innovaciones el sitio que acapara la atención de los paraguayos durante las fiestas patrias, la Casa de la Independencia, vuelve a ser el epicentro de las visitas tras dos años de restricciones. ¿Qué hay de nuevo?
José Federico Samudio Falcón fue presentado como nuevo encargado del Museo Casa de la Independencia, dependiente de la Secretaría Nacional de Cultura. El acto contó con presencia de su ministro Rubén Capdevila.