18 de noviembre de 2025

El sifón de soda es un infaltable en muchas mesas paraguayas. La costumbre de cortar el vino con soda se instaló con los inmigrantes italianos y españoles a fines del siglo XIX: venían de beber vinos jóvenes, ligeros y, a veces, rústicos, y el toque de agua gasificada los hacía más frescos y amables para el clima cálido. Para los exquisitos es una herejía.

El Spritz al vermut, una celebración de sabores y tradición, emerge como una opción refrescante en el mundo de la coctelería. Con ingredientes sencillos pero sofisticados, este trago revela la complejidad del arte de mezclar, ideal para cualquier ocasión.

En Paraguay, donde el verano aprieta con temperaturas que superan con facilidad los 35 °C y la humedad nos acompaña, echar un cubo de hielo (o más) al vino parece, a primera vista, una solución práctica. Pero, ¿qué ocurre científicamente cuando enfriamos y diluimos así el vino?

El ginseng (Panax ginseng), conocido por sus beneficios energizantes y antioxidantes, se convierte en tendencia en bebidas funcionales. Su perfil de sabor terroso ofrece versatilidad en la preparación, desde infusiones clásicas hasta innovadoras combinaciones con hierbas o frutas.


En el bullicio del Abierto de Estados Unidos, el Honey Deuce se erige como el cóctel estrella de la fiesta del tenis: una refrescante mezcla de vodka y melón que empieza a generar más de un millón de dólares, convirtiendo a cada sorbo en una experiencia icónica.