30 de mayo de 2025
La empresa estatal Petropar negó que venda combustible a pérdida tras la reciente baja de sus precios. Atribuye su déficit a deudas y devaluaciones, y asegura que aún tiene un margen de ganancia. Emblemas privados acusan que aplica un precio político.
El Ministerio de Industria y Comercio (MIC) anunció que este miércoles empieza su monitoreo a estaciones de servicio para determinar el cumplimiento o no de las nuevas exigencias para la importación, distribución y venta de combustibles. Las nuevas especificaciones técnicas fueron establecidas a través de un decreto en enero pasado, con un plazo de 60 días para que las empresas se adecuen.
Unos 600 transportistas bolivianos con sus camiones transportadores de combustible permanecen en la ciudad de San Antonio, donde se proveen para regresar a su país. Se reportó que la carga de combustible cesaría al mediodía, lo que dejaría a muchos de ellos varados durante lo que queda de la Semana Santa.
Petropar otorgó una quinta prórroga a la firma catarí Doha Holding Group, vinculada a Alejandro Domínguez Pérez, para que le entregue 100.000 toneladas de gasoil, pese a múltiples incumplimientos. La estatal confirmó que ni siquiera contempla la posibilidad de una rescisión de contrato, porque esa decisión implicaría reclamar una garantía superior a US$ 3 millones a la privilegiada compañía. Para justificar la prolongada espera, continúa sosteniendo el argumento del “precio inmejorable” que ofrece la empresa.
A pesar de que el combustible de la firma catarí Doha Holding sigue sin aparecer, Petropar redujo en G. 300 por litro el precio de todos los combustibles. Esta disminución se logró gracias a compras de oportunidad, según informó la estatal, como la adquisición de gasoil a la firma uruguaya Ormalor, que aún no ha llegado a la planta, pero ya se consideró para la baja. La petrolera pública registró una pérdida de G. 249.000 millones el año pasado, pero dice que no vende a pérdida.