En el marco del Foro Económico Internacional que se lleva a cabo en Panamá, expertos de diferentes organizaciones debaten sobre los desafíos para las economías de América Latina, para elevar su crecimiento. En su intervención, José Manuel Salazar – Xirinachs, secretario ejecutivo de Cepal, identificó tres trampas que juegan en contra del desarrollo en la región.
El Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA), que estudió a 19 países de la región, muestra a Paraguay rezagado en desarrollo, innovación e inversión en el sector. En algunas variables el país ni siquiera aparece por su bajísima puntuación. También está en las últimas posiciones en gobernanza digital. Lideran Chile y Uruguay.
La tasa promedio de crecimiento de América Latina en la última década ha sido de menos de un por ciento, lo que ha llevado a la región a una “trampa de bajo crecimiento”. En este análisis, MF Economía e Inversiones aborda las proyecciones de expansión que tienen Latinoamérica en general y Paraguay en particular.
La infraestructura económica representa un insumo de capital fundamental para la producción y generación de riqueza, así como un elemento necesario en todas las etapas de desarrollo de las economías (Comisión Económica para América Latina y el Caribe - Cepal). Para el organismo, el impacto puede ser transformador, ya que favorece tanto la productividad como la competitividad en los mercados internacionales, y con ello el crecimiento y el desarrollo económico y social.
La infraestructura es uno de los pilares fundamentales en el proceso de expansión de los países a nivel mundial. En tal sentido, para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) la infraestructura económica representa un insumo de capital fundamental para la producción y generación de riqueza, así como un elemento necesario en todas las etapas de desarrollo de las economías.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) refiere que en los países de América Latina (promedio ponderado) el 10% de los hombres de 15 y más años y el 25% de las mujeres carecieron de ingreso propio en el año 2022. Además de la existencia de grandes diferencias según quintiles de ingreso per cápita. Entre las mujeres que formaban parte de los hogares de menores ingresos (quintil 1), el porcentaje sin ingresos representaba el 39% y este porcentaje fue descendiendo en los otros quintiles conforme se incrementa la entrada del hogar. Del mismo modo, entre los hombres que vivían en los hogares de menores ingresos, el porcentaje sin entrada propia se situó en el 22% en ese año. Se observa, igualmente, que las diferencias de género se mantienen en todos los quintiles. Así, el porcentaje de mujeres sin ingresos propios siempre fue mayor que entre los hombres, independiente del ingreso del hogar.