28 de noviembre de 2024
Cuando oímos un violín, directamente lo relacionamos con historias románticas, llenas de magia y nostalgia. Para Cristhian Díaz (18), ejecutar este instrumento representa una pasión que le da la posibilidad de transmitir una infinidad de sentimientos, que van desde la tristeza hasta la felicidad. “Tocar el violín me produce satisfacción, porque gracias a ello puedo manifestar ante los oyentes todo tipo de emociones”, expresa.