25 de abril de 2025
«Ya no hay espacio para la ambigüedad», declaraba con pública indignación el historiador francés Jacques Julliard, denunciando la doble moral de gran parte de la intelectualidad de izquierda frente al sistema soviético. Cuarenta años después, aquí seguimos.
Repitiendo las mismas prácticas que sostienen la normalidad que criticamos no llegaremos a resultados diferentes, afirma esta reflexión sobre los remanentes patriarcales y autoritarios del estronismo en todo el espectro político paraguayo.
El debate político se concentra en estos días en si la van a echar a Celeste de Diputados, si los ministros de la Corte se quedarán hasta los umbrales de su muerte o si Cartes o Velázquez la tiene más larga. Mientras, se olvida a la gran enemiga de la República: la pobreza, con especial atención en la indigencia. Ese caldero en ebullición que puede explotarnos en la cara en cualquier momento.
«La realidad es que, a partir de la década de 1990, el capitalismo fue restaurado por la propia dirección castrista, ahora devenida nueva burguesía nacional», sostiene el sociólogo e historiador Ronald León Núñez sobre la ola de protestas contra el gobierno en Cuba.