El Paraguay acude hoy a las urnas y debería hacerlo bajo el mandato imperativo –innegociable y urgente– de EXIGIR un cambio de rumbo a las autoridades que hoy resulten electas por el voto popular. Desde el advenimiento de la democracia en 1989, en demasiadas ocasiones se han arribado a elecciones generales teniendo al país en condiciones ruines de vida y trabajo, pero nunca hemos llegado al punto en que nos encontramos en este 2023. El espejo nos devuelve una nación desbordada por crímenes tan diversos como brutales entre los que están el crimen organizado, el narcotráfico, el lavado de dinero y la desvergonzada corruptela generalizada en el sector público. Nuestras instituciones democráticas han sido permeadas por criminales de toda calaña.