18 de diciembre de 2025

A medida que diciembre avanza, la euforia de las fiestas oculta un fenómeno creciente: la “depresión festiva”. Este estado emocional afecta a millones, intensificado por la presión social, la soledad y las expectativas desmedidas que rodean la Navidad.

El fin de semana se reportó un trágico hecho en Itauguá: una madre de 28 años asesinó a sus hijos, de seis años y de 10 meses de edad, para luego sacarse la vida. Un psicólogo analiza las aristas de un filicidio.

En algún momento de la adultez, muchas personas se enfrentan a una sensación difícil de nombrar: una incomodidad que no es tristeza profunda, pero tampoco satisfacción plena. Es una crisis existencial, y suele irrumpir con fuerza entre los 40 y 50 años, justo cuando todo parece estar “en orden”.

Aunque suelen confundirse, la tristeza, la depresión y la fatiga emocional no son lo mismo. Cada una tiene síntomas, causas y niveles de impacto distintos. Saber diferenciarlas es clave para cuidar tu salud mental y tomar decisiones adecuadas en el momento justo.

Un estudio liderado por la Universidad de San Francisco advierte que el uso intensivo de redes sociales en la adolescencia temprana puede aumentar los síntomas depresivos con el tiempo, aunque la depresión no predice un mayor uso posterior de las redes, según publica Jama Open Network.

De los rituales indígenas al laboratorio, la jurema preta, planta brasileña con DMT, despierta interés como posible tratamiento contra la depresión. Aunque científicos destacan su potencial, advierten que no es una cura mágica.