Los paraguayos, y en particular los asuncenos, quieren saber adónde fueron a parar más de G. 500.000 millones, parte de los G. 722.404 millones recaudados mediante bonos emitidos por la Municipalidad asuncena para obras de infraestructura, que no fueron construidas o quedaron inconclusas. Tras ser requerido más de una vez el intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR, cartista), y ante la falta de respuestas satisfactorias, el abogado Ezequiel Santagada promovió un recurso de amparo, invocando la Ley de Libre Acceso Ciudadano a la Información Pública y Transparencia Gubernamental, que fue otorgado por un juez. Aunque Nenecho no lo crea, también él debe estar sometido a la Constitución y a las leyes, como cualquier ciudadano. Ya es hora de que aprenda que, en el ejercicio de una función pública, no puede hacer ni dejar de hacer lo que se le antoje, aunque sea apañado por algún poder fáctico. Se le terminaron las excusas: tiene que decirles a los asuncenos dónde están los G. 500.000 millones que les pertenecen.
Las protestas en el sector de la salud no paran debido a la precariedad en que se desenvuelven los centros sanitarios como por el descontento del personal del área por los salarios que perciben. En este momento quienes se movilizan son los pasantes rurales, que en verdad no son pasantes que tratan de ingresar en una oficina pública, sino médicos ya recibidos tras varios años de estudio que van a ejercer su profesión en hospitales del interior del país. Tras protestar contra una propuesta salarial del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, y, entre otras cosas, comparar su situación con la de los “nepobabies”, el Ministerio mejoró su oferta. Pero aún con este incremento, si se tratara de un encuentro deportivo, podría decirse que los “nepobabies” todavía les ganan por goleada a los médicos en materia de salarios.
En enero los contribuyentes pagaron directamente de su bolsillo 1,5 billones de guaraníes, o 215,5 millones de dólares, en salarios y remuneraciones a funcionarios de la Administración Central, de acuerdo con el Informe de Situación Financiera del Ministerio de Economía. Eso es nada menos que 33 millones de guaraníes por segundo en términos brutos. Si se toman las horas laborales efectivas, la cifra se triplica a más de 120 millones de guaraníes por segundo. Y eso no incluye a los que cobran en entes descentralizados que se financian con tarifas de usuarios de servicios, aportes a la seguridad social, impuestos municipales y otras tasas y contribuciones.
La Cámara de Diputados tiene una “jefa de café”. La funcionaria percibe un sueldo de 13 millones de guaraníes. También hablamos con el presidente de Congreso, el senador Silvio Ovelar, sobre el “carnaval de cargos”, y aseguró que heredó direcciones de otras gestiones.
Siete senadores lideran la lista de legisladores con más funcionarios en sus respectivas oficinas, según las nóminas de la Cámara Alta y Congreso Nacional. Lilian Samaniego, Basilio “Bachi” Núñez, Javier Zacarías Irún, Derlis Osorio, todos colorados, y los liberales José “Pakova” Ledesma, Enrique Salyn Buzarquis y Hermelinda Alvarenga tienen –cada uno– a su cargo a 11 empleados públicos. Varios de los funcionarios figuran con pagos por bonificaciones.
Un verdadero carnaval de altos cargos con asignaciones millonarias por “responsabilidad” existe en el Senado. Así al menos queda al descubierto a partir de una simple verificación de las planillas de funcionarios de la Cámara Alta. Para tres mozos, por ejemplo, hay un coordinador, un jefe y un encargado, según la nómina con las respectivas funciones.