Definitivamente el 2025 arrancó como un año cargado de nuevas sorpresas, si bien en el 2024 nuestros glotones legisladores se llevaron el “premio mayor” acumulando bochornos y desvergonzadas actuaciones. Este año que se inicia ha sido Santiago Peña el protagonista de papelones diplomáticos, aparente mal uso del dinero público y una grave confirmación realizada por el dirigente colorado David Heyn, quien en una entrevista aseguró que aproximadamente 50 seccionaleros de Asunción y Central habían recibido la suma de G. 5.000.000 dentro de un termo como regalo de Navidad. “Fue un regalo de la Presidencia de la República, del Presidente y de la dirigencia colorada. El Presidente entregó dentro del hoppie” manifestó Heyn, al tiempo de expresar que antes de este suceso se realizaron otras “entregas”, totalizando G. 21.000.000 entre setiembre y diciembre del 2024.
La participación de abogados vinculados a casos de corrupción y lavado de dinero en una cena oficial de GAFILAT en Paraguay genera polémica. Liliana Alcaraz, presidenta pro tempore del organismo, admitió que la financiación fue privada, pero se desconoce quiénes son los aportantes y si están bajo investigación. La SEPRELAD y el Gobierno deben rendir cuentas sobre los recursos utilizados en este evento clave contra el crimen financiero.
La Cámara de Diputados sancionó el martes último el proyecto de ley de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2025 con autoaumentos y beneficios extraordinarios previstos para todos los parlamentarios, incluyendo excepciones para no cumplir con leyes que establecen racionalización de gastos y concurso público, dando vía libre a los “nepobabies”. Por su parte, el presidente de la República Santiago Peña (ANR-HC) ya había adelantado que no vetará la ley. Así, los diputados, en mayoría, optaron por dar la espalda al reclamo de la ciudadanía y sancionar la versión del presupuesto de Senadores, dando por terminada la discusión sobre el presupuesto 2025. El proyecto sancionado pasará a consideración del Poder Ejecutivo para su promulgación.
El jueves último la Cámara de Senadores aprobó el proyecto de ley de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2025 en la versión bicameral, con modificaciones de comisiones para incluir autoaumentos de G. 6.000.000, creación de cargos y otros beneficios, además de puentear la Ley Godoy, que da vía libre a los nepobabies. Los senadores cartistas y satélites hicieron oídos sordos a los reclamos de la gente y priorizaron la inclusión de sus beneficios extraordinarios dentro del PGN 2025, por encima de las abrumadoras carencias en salud pública, educación y otras sentidas necesidades de la gente.
Fue el internismo colorado el que permitió que la práctica saliera a la luz.
Un hecho llamativo e inédito se registró en la Junta Departamental de Itapúa la semana pasada, cuando un concejal, Oscar Flecha (independiente), renunció en forma expresa y por escrito a recibir los “bocaditos” que están disponibles para los representantes departamentales durante las jornadas de sesión. La determinación fue tomada con sorna por algunos de sus colegas, otros la calificaron de una idiotez populista y ridícula.