1 de noviembre de 2025
Un desempeño agropecuario mejor que el esperado, un aumento del consumo interno, debido en buena medida a la estabilización en Argentina, lo que provoca precios domésticos más competitivos en relación con el país limítrofe, un ajuste global del dólar que alivia tensiones macroeconómicas y aligera el peso del endeudamiento público, todo lo cual estimula la confianza de los inversores y el ambiente de negocios, son algunos factores que hacen que la economía paraguaya esté experimentando un ciclo de alto crecimiento, con tasas mensuales cercanas al 6% y una proyección de alrededor del 5% para el año, superior a la estimada. Es el momento de aprovechar y concretar las postergadas reformas estructurales. El presidente Santiago Peña se ha demorado mucho para avanzar en las mismas, pero nunca es tarde para hacer lo correcto. Se le presenta una gran oportunidad. Depende de él.
Por un lado, las buenas noticias desde el punto de vista económico en 2024 fueron la continuación del ciclo de crecimiento, el sostenido control de la inflación, la reducción del déficit fiscal y el otorgamiento del grado de inversión por parte de una de las tres grandes calificadoras internacionales de riesgo. Las malas, por el otro, tienen que ver con la completa ausencia de reformas estructurales que aseguren la sostenibilidad de las finanzas públicas, reduzcan la informalidad y la corrupción, mejoren la calidad de los servicios públicos y el clima de negocios, y eleven el potencial de la economía nacional. Sin estas reformas, Paraguay no puede aspirar al desarrollo.

El segundo trimestre del año 2024 estuvo marcado por más temas económicos que fueron abordados por la Consultora MF Economía e Inversiones y que son presentados en esta nueva entrega. Por ejemplo, los asociados a la urgente necesidad de políticas de calidad del empleo, resultados y estrategias para aumentar la inversión extranjera directa (IED). Además, se analizó el importante papel de las mujeres en la economía y los desafíos que enfrentan para cerrar la aún considerable brecha género, también el rol de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) como parte del engranaje de la economía paraguaya.

Al cumplirse poco más de un año de gestión, el gobierno destaca al cierre de este 2024 logros como el aumento de recaudaciones impulsado por el crecimiento económico, la fusión de entidades públicas, y otras reformas impulsadas, y un déficit fiscal que converge a la meta. Sin embargo, pocos de estos logros son visibles para los ciudadanos.

El crecimiento de la economía paraguaya no se ha traducido necesariamente en una mejora uniforme de las condiciones laborales ni en una reducción de la desigualdad para todos los sectores. El mercado laboral sigue siendo altamente informal, con un gran número de trabajadores que no cuentan con protecciones laborales ni acceso a beneficios de seguridad social. La disparidad en los ingresos por profesión y género es un reflejo de esta estructura económica.