En el segundo semestre del próximo año comenzará la construcción del edificio residencial más alto del mundo. Actualmente, el Burj Khalifa en Dubái ostenta el título con 828 metros y 163 pisos, combinando usos comerciales y residenciales. Balneario Camboriú se prepara para su propia revolución arquitectónica con un rascacielos de 500 metros, presupuestado en 3 mil millones de reales.
La Municipalidad de Asunción no aprobó las obras de los edificios de Gobierno, ubicados en la zona del puerto de la capital. Sostienen que las condiciones no están dadas, y entre los numerosos motivos, argumentan que no se realizaron trabajos de acceso vehicular para asimilar la cantidad de personas que accederán al predio.
El diario Clarín de Argentina califica al Paraguay como una “tierra prometida”, que de un país estancado se transformó en suelo fértil para las inversiones. Resalta igualmente que Asunción exhibe las huellas de un acelerado crecimiento inmobiliario que es un imán para los argentinos y también atrae a empresarios latinoamericanos, europeos y asiáticos.
La DNCP inició una investigación de oficio a la licitación del MOPC para contratar a una empresa que se encargará de la limpieza, ante sospechas de una sobrefacturación. En pleno año electoral, la convocatoria prevé una “inversión” de G. 12.675 millones, el doble del presupuesto que destinaba la cartera a este rubro.
Vecinos del barrio cañada del yvyray de Asunción, también conocida como Los Mangales, se oponen a la construcción de edificios de gran altura por ser una zona residencial.
La ciudad que habitamos vive sus cambios con grandes obras viales, viaductos, túneles, costaneras y edificios de altura. El conglomerado que parece librado al azar está sobre un suelo que padece la falta de alcantarillas y los “paisajes” sin árboles, ni césped bajo fuertes tormentas.