16 de mayo de 2025
Estuvo descompuesto durante cinco décadas, pero desde el martes vuelve a dar la hora con sus campanadas el reloj de la iglesia La Encarnación. El padre Ángel Arévalos cumplió un sueño con ayuda de feligreses y del técnico Alejandro Kubina. Los antiguos pobladores del barrio celebraron el hecho con emoción y nostalgia.
Minutos antes de la misa de sanación celebrada ayer en la iglesia de La Encarnación, el párroco Ángel Arévalo comentó que el martes por la mañana el arzobispo Edmundo Valenzuela le comunicó que las imágenes de San Ignacio de Loyola y San Francisco de Asís, parte del retablo de Koki Ruiz, se traerían al templo. Las imágenes realizadas íntegramente de semillas fueron bendecidas por el papa Francisco durante la misa en Ñu Guasu el domingo pasado. Según el padre Ángel, el arzobispo tiene un gran deseo de formar un museo de todas las cosas que utilizó el papa Francisco cuando visitó nuestro país, la silla, el cáliz, y todo lo demás”. El padre Ángel mencionó que “estas imágenes valoradas a nivel internacional permanecieron muchos días bajo la lluvia. Tengo miedo que esto germine, pasamos la noche con ventilador y estufa. Consultamos con el Dr. Líder Ayala Aguilera, profesor de la Facultad de Agronomía y experto en semillas, quien aconsejó un tratamiento de fumigación. Recordemos –dijo el sacerdote– que el retablo es alimento para los insectos, especialmente los que se forman dentro del poroto y fuera de las semillas. El templo es un nido de kupi’i, mencionó. Esperamos tres horas y luego con soplete se aplicó el barniz”.