Luis Ramírez, ministro de Educación, anunció hoy un plan de acción en infraestructura educativa, que incluye un censo e inversiones en mejoras hasta el 2030. También habló de una reorganización de escuelas y colegios, basada en la pedagogía y sin cerrar escuelas. Nueve de cada diez escuelas requieren intervención, según datos del MEC.
En 2021, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) contrató a la firma Sendero SA para que mejore y construya aulas en 15 escuelas del interior del país, a un costo de 7.132 millones de guaraníes: el acuerdo vence en junio tras una prórroga, ya fueron abonados 3.159 millones de guaraníes y solo fueron concluidas tres obras, así que los alumnos de cierta etnia chaqueña deben asistir a clases en una sola aula, de material plástico. Ni los procedimientos legales para una correcta selección de la empresa contratista, ni las normas acordadas hicieron que el MEC se esforzara por hacer cumplir a tiempo lo acordado, pese a que un análisis del Banco Mundial, difundido en 2018 por encargo de nuestro Gobierno, ya ubicaba al Paraguay en las peores posiciones latinoamericanas en cuanto a infraestructura escolar: “la mayoría de las instituciones no cumplen con los requisitos mínimos ni de insumos básicos, y eso afecta su capacidad operativa”.
El Ministerio de Educación y Ciencias planteó la estrategia de “Potenciación de la red escolar”, desde una perspectiva educativa, socioeconómica y territorial, pero para ello dice que precisa de más de tres billones de guaraníes.
El informe del Banco Mundial, tras un exhaustivo estudio, revela que existe un elevado déficit en infraestructura escolar en Paraguay. “La mayoría de las instituciones educativas públicas no cumplen con los requerimientos mínimos ni de insumos básicos y eso afecta su capacidad operativa”, refiere el documento.
El Ministerio de Educación se deslinda de los múltiples casos de malversación de recursos de Fonacide que aplican intendentes y gobernadores en detrimento del país.
El dinero está desde el año pasado en el Banco Central a la espera de la ejecución de programas. En materia de infraestructura, sería inviable financiar con ese dinero las reparaciones de escuelas y colegios este año debido a la excesiva burocracia.