23 de noviembre de 2024
A partir de 2024, Paraguay tiene siete años para invertir en infraestructura eléctrica, es decir, impulsar con mayor énfasis toda inversión nacional o extranjera, estatal o privada que permita diversificar la matriz energética; caso contrario, se expondría a un colapso eléctrico. Y esto se vislumbra en el contexto de la utilización de la máxima potencia instalada proveniente de las centrales de Itaipú, Yacyretá y Acaray al año 2030.
Curva de costos, nacionalización de la SEMD, combate a la pobreza, consumo de los servicios auxiliares, etc.